Durante la tarde de ayer en ses Salines se podían contar alrededor de 30 embarcaciones, cifra que aumenta sobre todo si es fin de semana, según los socorristas. | DANIEL ESPINOSA

Una embarcación de recreo que se dirigía ayer por la tarde a la playa de ses Salines, una de las más famosas y concurridas en verano en Eivissa, avisó a Emergencias por el avistamiento de una mancha de combustible de entre 1.000 y 1.500 metros (según los socorristas de la playa, y de «cientos de metros cuadrados», según informó Salvamento Marítimo) y que se encontraba a 500 metros de la orilla.

Por esta razón, se activó el Plan Especial de Contigencia por Contaminación Accidental de Aguas Marinas (Cambal) y se decretó bandera roja cerca de las 16,30 horas para prohibir el baño a los centenares de turistas que había ayer en esta playa. A las 18,00 horas se izó la bandera verde una vez que Salvamento Marítimo dispersó la mancha, según informó Rafael Navarro, supervisor de los socorristas de ses Salines, quien añadió, además, que en cuatro temporadas que lleva trabajando en la playa nunca había visto nada así y que la mancha «tenía un olor muy fuerte». «Parecía que venía hacia la orilla, por eso hemos evacuado a los bañistas y hemos puesto la bandera roja», precisó Navarro.

Salvamento Marítimo se encargó de dispersar «de forma mecánica» la mancha «de dentro hacia fuera», es decir, «con maniobras de dispersión que hemos hecho encima de la mancha con el objetivo de desplazarla hacia fuera y así acelerar el proceso de biodegradación», explicaron desde esta entidad. Para dispersar la mancha usaron la embarcación con base en Eivissa, Salvamar Merkab, apoyada por dos motos acuáticas y por una lancha de asistencia a embarcaciones del Govern. Salvamento Marítimo no confirmó si la mancha era de 1.000 metros, pero destacó que tenía «unos cuantos cientos de metros cuadrados» y, en cuanto al origen de la misma, destacaron que probablemente fuera de una embarcación que estaba alejada de la costa «y la mancha se fue desplazando hacia la orilla». «La embarcación que ha dado el aviso ha visto la mancha antes de llegar a la playa a fondear», precisaron desde Salvamento Marítimo. Además, destacaron que tenía «una película muy fina», razón por la que la dispersión de forma mecánica aceleró el proceso de biodegradación.

La mancha precisamente se avistó a 500 metros de la orilla en la zona de fondeo regulado por el Govern, según informó Juan Agustín, patrón de la empresa Centro Balear de Biología Aplicada que gestiona el campo de boyas del Govern. En este sentido, personal del Ejecutivo autonómico extrajo muestras de la mancha, según informó Agustín, quien recordó que en ses Salines hay una veintena de boyas para regular y controlar los fondeos en las zonas donde hay praderas de posidonia.

Durante la tarde de ayer había fondeadas cerca de 30 embarcaciones, cifra que según el supervisor de los socorristas aumenta «dependiendo del día; por ejemplo, si hay fin de semana o no», sobre todo en agosto.