Juan muestra uno de los ejemplares de raor capturado.

Con aceite bien caliente o a la plancha y acompañados de una ensalada y buen vino blanco es una de las mejores maneras para degustar los raors recién cogidos. Así lo explicaban ayer buena parte de los pescadores recreativos que se lanzaron bien pronto al mar con sus embarcaciones llamados por la fiebre del primer día de raors. Una cena que muchos llevaban tiempo esperando. «Hemos salido a mediodía y hemos tenido suerte porque han picado mucho donde estábamos, en la isla dels Penjats. El año pasado fue muy malo; este año son más grandes. Esta noche [por ayer] nos vamos a juntar la familia para cenarlos. Los preparamos con aceite bien caliente, hasta que las escamas brillen, o con una salsa de tomate», explicaba Vicente, que sale a pescar raors «desde que tengo uso de razón». Para él, el truco está en usar una caña pequeña, tener paciencia y poner el cebo de gusanos.

Además de disfrutarlos en compañía, muchos acuden también con familiares, como Francisco y Javi, padre e hijo: «Siempre salimos juntos a pescar raors. Hemos estado por la Mola pescando porque había viento», afirmaba Francisco mientras esperaba su turno en el embarcadero de sa Punta, en Talamanca, para sacar la barca. Este fue uno de los lugares más concurridos ayer para salir al mar.