Los bares y restaurantes apuntalados deberán echar el cierre para proceder al derribo de los edificios.

Los bares y restaurantes Stephan, Pussycat y Rita’s Cantina, cuyos edificios fueron declarados en ruina por el Ayuntamiento de Sant Antoni, deberán cerrar el próximo lunes. A pesar de que la orden de derribo que pesa sobre estos locales es de finales de mayo, el Consistorio permitió que fueran apuntalados para que pudieran hacer una última temporada turística, un plazo extra que vence la semana que viene.

Según recordó ayer el concejal de Urbanismo de Sant Antoni, José Torres, una vez que los bares cierren sus puertas, los propietarios deberán acometer el proyecto de demolición que ya han presentado ante el Consistorio y que está prácticamente «aprobado» por los servicios técnicos. «Primero viene la fase de desalojar todo lo que tienen dentro, después habrá que vallar todo el recinto y desconectar la luz, el agua y el resto de servicios para que puedan entrar las máquinas para demoler. No es una cosa que se haga de hoy para mañana», señaló el edil, sobre las fases que se deben cumplir para que los edificios en ruina, ubicados en el Passeig de la Mar, en primera línea, sean derribados. «Pero los propietarios tenían mucho interés en hacerlo lo más pronto posible para tener los nuevos edificios hechos para el próximo verano», añadió el edil.