«La sobrasada puede ser buena o menos buena, pero no hay ninguna mala, tanto si es industrial como casera». Estas son las palabras del conseller d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Caça i Cooperació Municipal, Antoni Marí, ‘Carraca’, para explicar las conclusiones a las que se ha llegado durante el proceso de selección para conformar posteriormente las bases para realizar la normativa marco de lo que será la marca cualificada de la sobrasada de Eivissa.

«Una de las pretensiones desde que me hice cargo de la conselleria era que en Eivissa tenemos grandes productos y hay que ponerlos en valor al máximo y para eso tenemos que certificarlos y darlos a conocer», indicó Marí, que prevé que para el próximo año ya esté hecha la normativa marco para esta certificación.

Durante el pasado año, se realizó una cata de hasta 24 muestras de sobrasada, industrial y casera, de las que fueron seleccionadas 15. Todas estas fueron enviadas a un laboratorio de Zaragoza donde se hizo otra criba y se seleccionaron finalmente cinco muestras. Este mismo laboratorio es el encargado de hacer todas las analíticas correspondientes a esas cinco muestras finalistas para conocer parámetros como los niveles de humedad, la cantidad de grasa, la textura o el olor de cada una de las sobrasadas. Según precisó el conseller, entre la muestras que pasaron todos los procesos de selección hay una distribución muy igualitaria entre las que proceden de producción industrial y las realizadas de manera casera.