El rey Melchor coge entre sus brazos a un niño después de entregarle un regalo ayer en Puig den Valls.

Los Reyes Magos de Oriente se despidieron ayer por la mañana de la Isla no sin antes hacer su tradicional parada en las localidades de Jesús y Puig d’en Valls, donde fueron recibidos por un numeroso público, entre niños, padres y abuelos, ansiosos por despedir hasta el año que viene a Melchor, Gaspar y Baltasar.

La primera parada la llevaron a cabo en Puig d’en Valls. Con puntualidad casi británica y encabezados por un paje, sus tres majestades hicieron su aparición lanzando caramelos a diestro y siniestro y bajo los acordes del villancico de la cantante canaria Rosana. Tras discurrir por la principal avenida de la localidad llegaron hasta una abarrotada plaza de la iglesia, donde les esperaba casi un centenar de personas, incluyendo una animada Edu Sánchez, concejala de Educació de Santa Eulària y directora del colegio Puig d’En Valls, ataviada con una simpática corona en la cabeza.

Tras rendir sus respetos ante el Niño Jesús, llegó el momento más esperado de lo que se llevaba de jornada: la entrega de regalos a los niños que habían sido buenos. En total, sus Majestades hicieron entrega de más de medio centenar de ellos a niños como Gisela, Lucila, Hugo, Agustina o Ariadna, incluyendo una bicicleta de montaña que iba destinada al pequeño Antonio.

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