Lejos de disminuir con los años, la plaga del picudo rojo continúa extendiéndose cada vez más por las palmeras de Eivissa desde que se detectara en noviembre del 2007 en siete de estos árboles localizados en el aeropuerto. El año pasado, el número total de ejemplares destruidos alcanzó las 1.434 palmeras frente a las 781 del año 2012, lo que supone un incremento del 83,6% en sólo un año, según los datos facilitados por el Consell d’Eivissa.

La mayor parte de destrucciones tuvo lugar en el último trimestre del año cuando se alcanzaron las 948 palmeras destruidas, lo que supone que el 66% del total de palmeras se destruyeron entre octubre y diciembre del año pasado. Esto se debe a que es cuando el insecto ha avanzado más en la palmera. «A lo largo del año, el insecto va infectando cada vez más a la palmera y es cuando más vuelos hay porque entre septiembre y diciembre es cuando más capturas hay», explicó Javier Pablos, Jefe de Agricultura del Consell d’Eivissa, quien afirmó que la máxima institución insular cuenta con 200 trampas repartidas por la Isla para capturar a este insecto.

La cifra de árboles afectados, por contra, aumentó un 64,4% pasando de los 1.166 ejemplares del 2012 a los 1.917 contabilizados el año pasado. También aumentó, pero en menor medida, las palmeras saneadas. Concretamente, un 25,4% pasando de las 385 del 2012 a las 483 recuperadas el año pasado. Desde la máxima institución insular precisaron que cuentan con un presupuesto de 140.000 euros para el tratamiento y gestión de plagas de cuarentena cuya lucha está declarda de interés público, que incluye el picudo rojo, la mosca de la fruta y la mosca del olivo. El Consell d’Eivissa realiza este trabajo a través de la empresa pública Tragsa, que ejecuta la detección, el control o el control de las importaciones, entre otras obligciones.