El momento más emocionante de la procesión del Santo Encuentro es el instante de la reverencia mutua entre el Cristo Resucitado y la Virgen.

Ni las obras de peatonalización de calle Sant Jaume y la Plaza de Espanya de Santa Eulària desanimaron ayer a los cientos de fieles que volvieron a llenar el centro de la localidad para seguir el encuentro de la Virgen con el Cristo Resucitado, uno de los momentos más esperados por los seguidores de la Semana Santa pitiusa.

«Soy de Santa Eulària, he nacido aquí, muy cerca de la plaza, y desde que comenzaron a hacer esta procesión no me la pierdo ningún año porque es lo más bonito de toda la Pascua en la Isla», explicaba Antonia, de 78 años, a un grupo llegados desde Vitoria en viaje del Imserso.

«No se lo pierdan, es muy emocionante ver cómo llegan las dos imágenes, cómo la Virgen le hace las dos reverencias a su hijo, le quitan el velo, se inclinan los dos frente a frente y luego como marchan hasta el Puig de Missa», concluía emocionada mujer adelantando todo el argumento de lo que iba a pasar en los minutos siguientes.

Y efectivamente, tal y como adelantó Antonia a Idoia, Anton, Maritxel y Pedro, los turistas de Vitoria, todo siguió el guión previsto. Una vez más el Cristo Resucitado hizo su aparición por la calle de Sant Jaume acompañado de la Banda de Cornetas y Tambores de Santa Eulària, mientras que la Virgen hizo lo propio, regateando las obras, por la Plaza de Espanya, en este caso escoltados por la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella y su correspondiente grupo de mujeres vestidas de riguroso luto, sólo roto por sus mantillas blancas.