El conseller de Territori, Mariano Juan, explicó ayer que la Fiscalía ya tiene conocimiento de las obras que se realizaron en el quiosco de Tagomago, al que el Consell d’Eivissa ha abierto un expediente por considerar que se podrían haber hecho trabajos no acordes con la ley.

Según recordó Juan, técnicos del Consell y del Ayuntamiento de Santa Eulària visitaron recientemente el islote («no es fácil porque hay que coger un barco para ir allí») y observaron que el quiosco, que se ha reconstruido porque ya existía uno hace años, ha incluido modificaciones. Por ello los técnicos del Consell pidieron a Costas si dio autorización y al Ayuntamiento por si hubiera concedido permiso para estas obras, que según el conseller, no son de calado. De hecho, los técnicos advirtieron de que Medi Ambient había informado desfavorablemente la petición de quiosco en este paraje, algo que vieron en un boletín oficial de la comunidad. Según aparece en el BOIB, ya en 2010 la comisión balear de Medio Ambiente rechazó la solicitud de un quiosco en el islote porque el proyecto afectaba de «forma apreciable al hábitat de precipicios con limonium» y el funcionamiento de la instalación tenía impacto sobre especies como el corb marí, la lagartija, el virot y el halcón marino. También advirtieron entonces del peligro de contaminación acústica, lumínica y por aguas residuales.

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