Tras 17 horas sobre su tabla, el profesor de paddlesurf llegó completamente agotado a la orilla de Cala d’Hort, donde fue atendido por un miembro de Cruz Roja y abrazado y ovacionado por medio centenar de familiares, amigos y simpatizantes. | GERMAN G. LAMA

Agotado casi hasta la extenuación pero con la satisfacción de haber logrado «el reto más importante de mi vida» y haber puesto su «granito de arena en la lucha de la sociedad ibicenca contra los sondeos» que quiere llevar a cabo la petrolera Cairn Enery y la compañía Spectrum Geo Limited. Así llegó a Cala d’Hort el paddlesurfista Alan Hermann, de 25 años, tras haber cruzado el golfo de Valencia subido sobre su tabla y con la única ayuda de un remo y su fuerza mental y física.

«Ahora mismo sólo pienso en mi cama porque estoy más destrozado de lo que esperaba. Ha sido una travesía tremendamente dura porque tuve muy mala mar en parte del trayecto y porque el fuerte viento sólo me ha dejado remar del lado izquierdo», explicaba el propio Hermann tras hacer pie en Eivissa donde le esperaban cerca de medio centenar de familiares, amigos y simpatizantes para abrazarle y ovacionarle.

Este profesor de paddlesurf salió del Club Naútico de Jávea, en Alicante, a las 02,30 de la madrugada de ayer tras tener que suspender su primer intento el lunes por el viento que soplaba de cara. Y 17 horas y 11 minutos después llegó a la costa ibicenca tras cubrir 60 millas náuticas, el equivalente a unos 120 kilómetros. «Ha sido la aventura más importante de mi vida porque la cosa empezó a torcerse cuando me caí al agua al salir de noche y porque, entre otras cosas, me he tenido que cambiar ocho veces de ropa, algo muy difícil sobre una tabla».