El pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni aprobó ayer aplazar el pago de 420.000 euros, correspondientes a la amortización de un préstamo solicitado en 2012 por un total de siete millones, con motivo de la primera fase del Plan de Pago a Proveedores impulsado por el Gobierno central.

El equipo de gobierno informó ayer de que este cambio de condiciones «tiene el objetivo de liberar al departamento de Tesorería y de conseguir una libre disposición por esta cantidad para el periodo 2014-2015», en vez de destinarlo a la amortización del préstamo.
Según explicó el concejal de Hacienda, Vicent Ribas, «como consecuencia de la mejora económica que ha habido a España, el Gobierno central permite bajar el tipo de interés en el 1,3% y alargar la carencia un año más». De esta forma, los 420.000 euros de los presupuestos de este año que estaban previstos para la amortización del préstamo se destinarán a otro servicio municipal.

Las críticas
Para la oposición, se trata de una «medida electoral». Así lo aseguró ayer el concejal de PI-Eivissa Joan Torres. «Lo ha permitido hacer Madrid, o sea que es un tema claramente electoral. Es dar liquidez a los ayuntamientos para invertir cuando no han hecho absolutamente nada en tres años», aseguró el concejal.

Torres criticó el alto nivel de endeudamiento que tiene actualmente el Ayuntamiento, que calificó de «bestial». En concreto, según destacó, el Consistorio tiene una deuda bancaria que asciende a quince millones de euros para un presupuesto que en la actualidad es de 23 millones.

Por último, Torres también se quejó de que el equipo de gobierno no haya querido desvelar en el pleno de ayer el futuro de la partida económica, a pesar de las preguntas de su grupo municipal.
Por su parte, el portavoz de PSOE-Pacte, Pep Marí Marge, criticó que no se informe sobre el destino del gasto. «Hemos exigido que hagan las cosas como toca porque hay mucha gente parada; que lo gasten en Asuntos Sociales», aseguró.