Las instalaciones del Don Toni pasaron a mejor vida tras la labor realizada por más de mil trabajadores que levantaron el Hard Rock Hotel.

Seguramente, a ninguno de los ‘cool’ y modernos huéspedes del todavía más ‘cool’ y moderno Hard Rock Hotel se les pasa por la cabeza que las instalaciones por donde lucen palmito eran hace escasamente nueve meses un anticuado hotel de los años 70. La conversión no ha sido fácil, pero sí rápida. En apenas siete meses el milagro estaba hecho. Los que pisan la inmensa alfombra de colores que adorna la recepción o se sientan en las las cómodas hamacas balinesas de la piscina no pueden ni imaginar que aquello era una parte totalmente distinta del ya desaparecido hotel Don Toni.

Más de 1.600 trabajadores, las 24 horas del día y de forma incansable, lograron la reconversión de un hotel de tres estrellas en otro de cinco. Lo único que se ha mantenido es la estructura del edificio. Con esta iniciativa, Palladium Hotel Group pretende contribuir a seguir mejorando la imagen de la zona.

Es el primer complejo Hard Rock Hotel en Europa que tiene como temática principal su legendaria filosofía e indiscutible estilo, inspirado en la música que caracteriza a todos los establecimientos de esta mundialmente conocida marca. Este exclusivo establecimiento cuenta con una decoración icónica repleta de objetos personales originales de grandes estrellas de la música. Tiene 493 habitaciones, de las que 235 son suites y en temporada alta contará con 800 empleados.

Y, para los bolsillos que puedan permitírselo, se tiene la oportunidad de cenar en el restaurante Sublimotion, dirigido por Paco Roncero, chef con dos estrellas Michelín, por el módico precio de 1.500 euros.

En definitiva, el Hard Rock Hotel ha cuidado al máximo los detalles para ser un verdadero punto de referencia y conseguir el Santo Grial de ese viaje llamado buen recuerdo.