La mala relación entre la actual alcaldesa de Vila, Pilar Marí, y la todavía concejala de Cultura, Patrimonio y Fiestas, Lina Sansano se remonta, como mínimo, a trece meses atrás. Según la documentación que obra en poder de PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA, en junio del 2013 Marí buscaba facturas que comprometiesen a la segunda teniente de alcalde. Le valían tickets o dietas de viajes, tanto de Sansano como del personal adscrito a sus departamentos.

La intención de Marí era desprestigiar a Sansano, mano derecha de la entonces primera edil, Marienna Sánchez-Jáuregui, acorralada en esas fechas por la polémica surgida a raíz del llamado caso Prensa Pitiusa.

Cabe recordar que en los días en que Marí intentaba que se hiciesen públicas esas facturas comprometedoras, buena parte del equipo de gobierno ya se había agrupado en contra de Jáuregui y, ante la más que posible caída de ésta, se estaban produciendo movimientos internos para substituirla. Sansano se mantenía fiel a Jáuregui, que finalmente dimitió el 17 de junio de ese mismo año.