Tras varias semanas de arduas negociaciones entre partidos, concesiones, pactos e interminables asambleas ciudadanas al fin han quedado configurados los equipos de gobierno de los cinco ayuntamientos de la isla. Tras una legislatura de abrumador dominio popular, los conservadores tan sólo han conseguido retener con cierta holgura los municipios de Sant Joan y Santa Eulària con Antoni Marí ‘Carraca’ y Vicent Marí al frente. El socialista ‘Agustinet’ recupera Sant Josep, mientras que en Sant Antoni gobernará un tripartito formado por el PSOE, Reinicia y el Pi, con Pep Tur ‘Cires’ a la cabeza de todos ellos. También se ha producido un vuelco en el Ayuntamiento de Vila, donde asume el bastón de mando el socialista Rafel Ruiz con el apoyo de Guanyem, el movimiento ciudadano surgido a las faldas de Podemos, la formación que ha revolucionado buena parte del mapa político nacional.

Las negociaciones postelectorales han monopolizado la información en los últimos días, pero otros asuntos de muy distinta naturaleza han merecido igualmente la atención de los medios de comunicación insulares.

Así, la semana arrancó con la resaca de la polémica fiesta que la cervecera Heineken organizó en la playa de s’Estanyol con motivo de la final de la Champions. El hecho de que cerraran la cala ibicenca para el evento y la porquería que quedó depositada en el fondo marino ha encolerizado a muchos, lo que obligará a los (nuevos) gobernantes a pensar dos veces las cosas antes de conceder determinados permisos.

En materia educativa, el 87% de los niños de Eivissa irán al colegio elegido por sus padres, según publicó este rotativo el pasado martes. El porcentaje es similar al del curso lectivo que finaliza este mes, mientras que aumenta la demanda de plazas en Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Joan.

En política de saneamiento, el Gobierno central licitará la nueva depuradora de Vila por 10 millones de euros. También se está avanzando en el proyecto del nuevo emisario de Talamanca, que cambiará de ubicación para evitar fugas como las apreciadas durante años en la bahía ibicenca, y también se ha adjudicado el de Cala Tarida, que dará servicio a una población de 15.000 habitantes en el suroeste de la isla. Solucionar los problemas con la depuración y el abastecimiento del agua en la isla será uno de los principales desafíos de los próximos gobernantes.

Esta es una de las grandes reivindicaciones de los hoteleros pitiusos, quienes además, han expresado en Periódico de Ibiza y Formentera su rechazo a la ecotasa. Su presidente, Juanjo Riera, opina no obstante que si el futuro Consell d’Eivissa recupera este impuesto debería aplicarse a todo el mundo implantándose en puertos y aeropuertos.

Todavía en materia turística, los datos de ocupación en el mes de mayo confirmaron el buen inicio de temporada turística aunque con un 64,1% de ocupación hotelera no existen demasiados motivos para la euforia en un sector que ansía una temporada real de seis meses. La oferta de alojamiento ilegal, que dispara los precios de los alquileres en verano a cotas vergonzantes, es otro de los retos a los que se enfrentan las administraciones. Los desequilibrios y las injusticias se acrecientan con este tipo de conductas, más propias de sociedades desnaturalizadas y con una falta total de escrúpulos.