La Memoria 2014 de Cáritas Diocesana de Eivissa y Formentera asestó un golpe de realidad el pasado lunes alertando de que la brecha social en las Pitiüses lejos de estrecharse prosigue con su alarmante dilatación pese a los mensajes triunfalistas de los más privilegiados. El hecho de que la ONG dependiente de la Iglesia haya aumentado sus servicios de apoyo y manutención para los más necesitados en Eivissa confirma que esos ‘brotes verdes’ no germinan en la capa más vulnerable de nuestra sociedad. Cáritas dio el pasado lunes un serio tirón de orejas no sólo a los gobernantes, cuyas políticas han beneficiado esa falla social, sino a aquellos empresarios que aprovechando la reforma laboral fomentan los llamados contratos basura que, particularmente en Eivissa, dificultan incluso el mantenimiento de un alquiler. Cáritas, que esta semana ha estrenado su reformada sede en Vila, ha reafirmado su compromiso y ha mostrado su ilusión por que el nuevo gobierno lleve a término su cruzada contra la pobreza. Como siempre, estará vigilante para que este tipo de promesas no queden en saco roto.

La semana también nos recibió con otro sopapo, en este caso en forma de asfixiante ola de calor. Las temperaturas en la isla apenas bajaron de los 24º C y rozaron cotas de 40º, lo que ha supuesto la peor racha de calor de la última década. En las islas ha durado 11 largos días la alerta amarilla por las altas temperaturas y el elevado riesgo de incendios, una de las principales amenazas de la isla en periodo estival.

Lamentablemente, no es la única. Las constantes agresiones al litoral y a la posidonia ha llevado al Consell de Formentera a presentar al Govern una proposición no de ley para prohibir los party boats junto a sus costas.

Tampoco escapan de nuestro alrededor tragedias que en verano se agolpan como los veraneantes en las playas. Este jueves falleció el bebé de 20 meses ahogado en una piscina privada de Santa Gertrudis. Por no hablar de varios precipitados desde balcones por causas de distinta índole. Los sucesos escupen ríos de tinta en una isla que debe iniciar un planteamiento serio sobre su futuro y su sostenibilidad.

Sobre este asunto se ha celebrado este fin de semana en Santa Eulària el I Congreso Ecoama, una oportunidad para indagar sobre la cultura ecológica y las energías renovables como vías para preservar el medio ambiente de Eivissa.

El barrio de la Marina y, en concreto, la calle de la Virgen, se ha zambullido durante los últimos días en la fiesta multicolor del Ibiza Gay Pride, un festival que ha vuelto a poner a Eivissa en la primera plana del colectivo homosexual.

En clave política, esta semana ha tomado posiciones el nuevo equipo de gobierno del Consell Insular d’Eivissa. Con los sueldos de sus consellers y cargos de confianza en la picota, el (antagónico) binomio PSOE/Podemos-Guanyem inicia su ardua travesía. Toca remar.