Pocos turistas que la atraviesan con una cámara en la mano pueden resistirse a captar una instantánea. La calle Ignasi Riquer es una de las más fotografiadas de Dalt Vila. Posiblemente lo que atraiga a los turistas es a estampa de la ropa limpia que cuelga de los balcones al más puro estilo siciliano y que tienden las personas que viven en esta calle de forma provisional, apurando los últimos días de temporada. En unos días, estos vecinos eventuales se marcharán a sus lugares de origen, los turistas desaparecerán y por la calle solo transitarán los pocos habitantes que residen aquí todo el año. El único local que permanecerá abierto en esta vía será Es Cafetí, una diminuta cafetería regentada hace casi 17 años por Pedro Pérez, que sirve desayunos y almuerzos principalmente a los trabajadores del Ayuntamiento, que está a unos pasos y la legión de obreros que está reformando las viviendas del barrio.

A Pedro le es indiferente que sea verano o invierno, pero se queja de que los turistas consumen ahora menos con el todo incluido. “Los obreros gastan incluso más que los turistas que pasan por aquí”, explica. Lo que les gustaría es que hubiera más locales abiertos y que se limpiara más su calle.

Mientras tanto, al final de Ignasi Riquer, Pilar Gea apila cajas de alpargatas y atiende a los últimos turistas que todavía deambulan por la zona. S’Espardenya es una de las tiendas más visitadas por los turistas y cuenta Pilar que hasta la Reina Sofía le compró hace unos años un par de alpargatas que lucía en sus viajes a Latinoamérica. Entre clientes ilustres y turistas de a pie, Pilar lleva 30 años vendiendo zapatillas en Dalt Vila, el ‘paraíso’ de Eivissa. Según comenta, es “la parte que se mantiene más pura de toda la isla, a pesar de que los extranjeros con dinero están comprando todos los edificios”.

En unos días cerrará su tienda hasta mayo, aunque le gustaría poder abrir todo el año para mantener con vida esta calle que permanece casi desierta durante los meses de invierno, especialmente de noche cuando la escasa luz de las farolas poco puede hacer para iluminarla. A pesar de todo, Pilar asegura que el idilio con Dalt Vila, que empezó hace 30 años cuando llegó por primera vez a la isla seguirá siempre. “Aquí viviré y aquí moriré, espero que dentro de muchos años”, cuenta.

Riquer fue un político del siglo pasado que ejerció como periodista

Pocas personas saben quién es el personaje estampado en la placa de esta pintoresca calle de Dalt Vila. Ignasi Riquer (Eivissa 1854-1919) fue un político y periodista cuya carrera discurrió en paralelo a la de su hermano, el abogado Josep Riquer, líder en un primer momento del Partido Conservador, después del Partido Reformista y, finalmente, de los liberales.

Ignasi Riquer tomó el testigo de su hermano en el año 1905, cuando se encargó de la dirección del Grupo Liberal.

Fue elegido diputado en las elecciones de 1913, año en que también ocupó la presidencia de la Diputación Provincial, convirtiéndose así en el primer ibicenco que ocupaba este cargo.

Respecto a su carrera como periodista, fue redactor o colaborador de los diarios afines a su ideología política liberal y conservadora: La Isla, El Ebusitano, El Ibicenco, El Porvenir y El liberal.