El Ayuntamiento de Santa Eulària ha sido el primer municipio de la isla en aplicar una tasa a las entidades financieras por cada cajero automático que haga uso de la vía pública. Este año entró en funcionamiento la ordenanza fiscal, aprobada el año pasado, por la que el Consistorio recauda 10.250 euros al año, por cada uno de los 25 cajeros automáticos con acceso directo desde la calle.
Desde el Ayuntamiento explicaron que este nuevo gravamen se puede cobrar después de que diferentes sentencias del Tribunal Supremo hayan avalado su aplicación, al considerar que los bancos hacen uso de la vía pública para obtener un beneficio económico. De esta forma, rechazan la postura de los bancos que alegaban que no debían pagar porque los cajeros están dentro de la sucursal.
La ordenanza fiscal, aprobada por el pleno de este Ayuntamiento en el pleno del 30 de octubre de 2014, y publicada en el BOIB el 20 de diciembre de 2014, empezó a aplicarse a partir del 1 de enero de 2015.
Los ayuntamientos de Vila y Sant Josep también han aprobado este año el cobro de esta tasa a las entidades bancarias que tengan cajeros en la vía pública. La intención es acabar con el «agravio comparativo» que supone respecto a otras actividades que también hacen uso del dominio público.