El equipo de gobierno de Sant Josep explicó ayer a los vecinos de la capital del municipio que la previsión para que el agua de las desaladoras de la isla llegue al núcleo urbano es «a finales de este año o a principios de 2017», señaló el concejal de Obres, Aigua i Neteja, Ángel Luis Guerrero, quien aseguró que primero «tiene que acabarse la interconexión de las desaladoras y arreglarse Sant Jordi para que llegue agua buena a Sant Josep».

El concejal explicó ante la treintena de personas que se acercaron hasta el salón de plenos del Ayuntamiento para participar en el proyecto Àgora que desde el equipo de gobierno han llevado a cabo inversiones por valor de 200.000 euros en la red municipal, que en Sant Josep perdía hasta el 75% del agua que circulaba por las tuberías, «para tener un verano más tranquilo que el año pasado, pero las cifras de ocupación turística prevista nos hacen temblar». Guerrero aseguró ante los vecinos que «invertiremos lo que haga falta en mejoras del agua; ya hemos invertido cerca de tres millones de euros y estamos preparando dos millones más».

En este sentido, el concejal avanzó que está cerca la licitación de la tubería que ha de conectar el depósito situado en el Puig Cardona con el núcleo urbano de Sant Josep, cuyos trabajos se adjudicarán por 1,2 millones aproximadamente a una de las nueve empresas que se han presentado para llevar a cabo la ejecución de los trabajos.

Plan especial

El alcalde del municipio, Josep Marí Ribas Agustinet, también avanzó que ya se ha adjudicado a una empresa la redacción de un plan especial de protección del entorno de la iglesia de Sant Josep que debe ordenar el centro urbano de la población, «porque el pueblo se hizo cuando íbamos en carro».

Tanto el alcalde como muchas de las preocupaciones vecinales versaron sobre la carretera que cruza el centro del pueblo, por la que transitan multitud de vehículos y atascan Sant Josep en horas punta. «Habría que buscar una alternativa a la calle principal, pero la orografía lo dificulta», señaló el alcalde.