Manuel de la Esperanza López, propietario de La Grifería.

Quedo con Manuel de la Esperanza López en su negocio, la cervecería en Platja d’en Bossa La Grifería. Este madrileño, afincado aquí más de una década, es el último perfil de esta sección y su historia una de las que reflejan que nunca sabemos dónde nos llevará la vida. Y es que Manuel decidió cambiar en 2004 su vivienda frente a Parque del Retiro de Madrid por Ibiza debido al amor y convertirse en empresario dejando a un lado su trabajo en la industria musical. «Casi toda la vida me dediqué a la música, trabajaba en una oficina de representación de artistas y de producciones de televisión donde me dedicaba a la producción técnica de giras y a ser el tour manager de artistas».

Comenzó en 1985 con el grupo Barricada y durante más de veinte años trabajó con artistas como Sergio Dalma, El Fary, Juan Pardo, Navajita Plateá, Estopa... «Viajaba con ellos en verano, coordinándolo todo, y en invierno hacíamos promoción de giras en América».

Un trabajo muy diferente al que desempeña desde hace once años en la isla, donde es propietario de una cervecería. «La primera vez que vine fue en 2001 con un concierto de Sergio Dalma» y aquí conoció a su pareja de entonces, por la cual se estableció definitivamente en 2004. «Siempre he sido muy cervecero y siempre tuve la ilusión de montar una cervecería de autoservicio», explica mientras asegura lo difícil que le resultó meter cabeza en la hostelería, campo desconocido hasta entonces para él. «Al principio no sabía nada, pero luego aprendes y aquí sigo, abierto todo el año, al pie del cañón, y la verdad es que nos hemos defendido».

La Grifería se encuentra en un enclave idílico, uniendo Sant Josep e Ibiza pero admite: que cuando abrió le miraron como un loco «porque aquí no había nada». Sin embargo él vio futuro a este lugar y pensó «esta esquina es la bomba». Y afortunadamente no se equivocó porque la zona fue proliferando turísticamente. En este sentido su negocio, como todos, en verano se orienta más a los turistas pero en invierno se dedica a residentes. «En temporada baja somos como una pequeña familia, trabajamos muy bien con el fútbol y haciendo asados y fabadas».

Preguntado sobre si no trató de seguir conectado al mundo de la música Manuel explica que presentó al Consell d’Eivisa el proyecto de un festival para que se convirtiera en anual con artistas como Mike Oldfield, Phil Collins o Sting porque aún muchos contactos pero no hubo forma».

A pesar de que todo sigue teniendo, de vez en cuando, agradables visitas como el día que entró por la puerta Melendi y la de los músicos de Estopa, que estaban tocando en el Pereyra y decidieron ir a verle. «Todos se sorprenden de verme aquí, pero les digo que soy yo el que lleva aquí ya casi doce años», comenta entre risas. Aún así reconoce añorar la vida de la música porque «era mi vida y mi trabajo». Sin embargo, no se arrepiente del cambio que dio porque «hay que implicarse y arriesgar… algo que aprendí de Miguel Ríos quien siempre decía, «jugar y perder, pagar y callar». Algo que Manuel conoce muy bien porque aunque ha pasado «años muy malos debido a que la hostelería es muy esclava y a la crisis... al final todo va dando sus frutos». Concluye así esta sección, con un mensaje esperanzador para todos los lectores que la hayan leído semanalmente porque esta historia es un gran ejemplo de que «quien no arriesga no gana».

PERFIL

NOMBRE:

Manuel de la Esperanza López

EDAD:

50 años

NACIDO EN:

Madrid - España

PROFESIÓN:

Propietario de La Grifería

PERFIL:

Este madrileño cambió su vida cosmopolita dedicada al mundo de la música por un sueño, abrir una cervecería de autoservicio