Quince minutos antes del mediodía, Pep de Can March, campanero de la iglesia de Sant Josep, avisaba del inminente inicio de la misa que celebraba el día grande del pueblo dedicado a su patrón en un día primaveral al que el sol acudió a su cita y las buenas temperaturas se sumaron a la fiesta.

El presidente del Consell, Vicent Torres, y el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, ‘Agustinet’, presidieron la misa acompañados de una larga lista de cargos políticos, entre ellos, la consellera de Presidència y portavoz del Govern, la ibicenca Pilar Costa, los alcaldes de Santa Eulària y Sant Antoni, Vicent Marí y Pep Tur ‘Cires’, respectivamente, junto a otros cargos como la concejala y exalcaldesa de Sant Josep Neus Marí, la consellera insular de Territori, Pepa Marí, el senador, Santi Marí, o el conseller insular del PP Vicent Roig, entre otras autoridades.

La misa, oficiada por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan, congregó a un numeroso grupo de personas que abarrotaron el templo vestidas con sus mejores galas. Una vez terminada la eucaristía, empezó la procesión de los diferentes santos encabezados por el estandarte de Sant Josep. Uno a uno, las imágenes de Francisco Palau, fundador de la congregación de las Carmelitas, San Antonio Abad, Santa Teresita, las vírgenes de Lourdes y del Carmen y la Inmaculada del Sagrado Corazón precedieron la imagen adornada con flores de Sant Josep y recorrieron la vía principal del pueblo, la calle de Pere Escanellas.

Tras la procesión, llegó el tradicional reparto de orelletes y flaó que, en esta ocasión, no se acompañaron de vi pagès sino de vasitos de mistela para asistir a la actuación en la plaza de la iglesia del Grup Folklòric de Sant Josep de sa Talaia, que en esta ocasión estuvo acompañado del grupo folklórico portugués de Viana do Castelo, que ofrecieron una muestra de sus bailes ataviados con sus trajes tradicionales.

Familias enteras venidas de toda la isla e incluso desde Formentera pero especialmente de Sant Josep llenaron la plaza del pueblo para celebrar su día grande. Entre ellos, la formada por Gaspar y Cati junto a su hijo Adrià, quienes dijeron que acudían cada año a la fiesta de Sant Josep por varias razones. Primero, por ver a sus vecinos en un día de fiesta, segundo por no olvidar las raíces y aprovechar la oportunidad de ver bailar payés y, en definitiva, y lo mas importante: ‘Fer poble’.