Las investigaciones del Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza en relación a la matanza de cabras de es Vedrà siguen su curso y la última actuación judicial que se ha llevado a cabo ha sido el nombramiento de un experto para que valore si dejar los cadáveres de los animales en el islote ha perjudicado a su flora, como sostienen las asociaciones animalistas la Asociación Animalista de las Illes Balears (Assaib) y Basta ya de maltrato animal en su denuncia.

La Universitat de les Illes Balears (UIB) ha designado al botánico Mauricio Mus, profesor del departamento de Biología de la UIB, como encargado de realizar el informe sobre el posible impacto negativo para el islote de es Vedrà por el abandono de las cabras muertas en el lugar donde fueron abatidas.

Los animalistas presentaron en marzo de 2016 una denuncia contra el conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, y la entonces directora general de Biodiversitat i Espais Naturals, Caterina Amengual, por un supuesto delito contra los recursos naturales y otro contra la fauna «por el sacrificio indiscriminado de un número indeterminado de cabras mediante disparos con una escopeta de calibre 22 en la isla es Vedrà, permaneciendo los cadáveres en estado de putrefacción y descomposición a la intemperie».

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Los denunciantes explicaban en su denuncia que la actuación del Govern balear en es Vedrà se basó en el ‘Manual práctico para el manejo de vertebrados invasores en las islas de España y Portugal’, y señalaban que «sin perjuicio de la catadura moral que para esta denunciante supone la adopción de la medida descrita, la realidad es que esta denuncia no se centra en la adopción de la citada medida, sino en la gestión posterior de los cadáveres de los animales, los cuales, y todo ello remitiéndonos a las manifestaciones de los denunciados, podrían sufrir ciertas enfermedades que en el supuesto de ser trasladados a Ibiza o a Mallorca, supondrían un posible foco infeccioso de contagio, de ahí su indiscriminada matanza».

«¿Acaso ese posible foco de infección no resulta mucho mayor en el caso de que decenas de cadáveres ensangrentados, yazcan en la tierra yerma de la Isla pudiendo contagiarse otros animales especialmente protegidos o afecten a la propia flora del espacio protegido?», se preguntaban los animalistas en la denuncia.
En mayo del año pasado, las asociaciones animalistas ampliaron la denuncia y acusaron a Vericad y Amengual de prevaricación. Los denunciantes se basan en que las cabras abatidas a tiros «son de especie doméstica, aunque vivan asilvestrada» cuyos propietarios son también los del islote de es Vedrà, por lo que les es de aplicación la ley balear de protección de los animales que viven en el entorno humano 1/1992, de 8 de abril. El artículo 5 de esta normativa establece que «el sacrificio de los animales se efectuará de forma instantáneo o indolora, y siempre con aturdimiento del animal o pérdida de conciencia del mismo, a excepción de las corridas de toros y tiradas al pichón».

El 4 de febrero de 2016 técnicos del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Illes Balears (Cofib), un organismo dependiente del Govern balear, mataron a medio centenar de cabras en es Vedrà a tiros con el objetivo de recuperar la flora del islote. Días después 400 personas se manifestaron por las calles de Ibiza en protesta por la matanza.