Eran las doce y cuarto de la mañana de ayer y por la preciosa plaza peatonal de Santa Gertrudis comenzó a circular un rumor. Posiblemente se dejaría caer por allí el conocido cantante, músico, diseñador de moda y dj británico Boy George. Así que la mayoría de los que no estaban en el interior de la iglesia siguiendo la misa que oficiaba el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, comenzaron a murmurar y a consultar los teléfonos móviles para ver cómo podría ser el aspecto actual que puede tener este peculiar artista nacido en 1961 con la intención de poder localizarlo. Desgraciadamente, como suele pasar con estas cosas y entre algunas bromas sobre la presencia también en el lugar de los actores Brad Pitt o George Cloney la cosa quedó en nada y Boy George no apareció y si lo hizo fue en modo incógnito, es decir, como George Alan O’Dowd.

Además, el interés por su presencia se disipó cuando en torno a la una de la tarde la misa terminó y empezaron a salir por la puerta de la iglesia buena parte de los mayores que la poblaban ocupando hasta el último banco. Todos ellos siguieron atentamente la homilía en la que Vicente Juan Segura volvió a recordar la figura de Santa Gertrudis para ponerla como ejemplo a seguir en los tiempos que corren. Una vez más, el obispo valenciano dio una lección de historia explicando los orígenes de esta santa alemana que nació en 1256 y murió en 1301, «que fue a un colegio religioso en pleno siglo XIII, que fue una humilde servidora de todos los que tenía a su alrededor, que tuvo una gran devoción por el Sagrado Corazón de Jesús, y que tras escribir muchos libros fue canonizada por el papa Inocencio XI como ejemplo de formación, caridad cristiana y de lo importante que es vivir escuchando la palabra de Dios».

Además, Segura aprovechó para recordar la importancia de la figura de Santa Gertrudis para todos los obispos de la isla como demuestra que un cuadro en el que aparece está colgado en su vivienda desde que el primero de ellos, Manuel Abad y Lasierra, lo comprara. Y por último, instó a a que las familias «se nutran de la palabra de Dios a través de la Biblia» y por ello animó a todos a que «no esté guardada en una estantería sino que esté a mano para ser consultada en grupo, entre los padres, las madres y los hijos».

Inés, la gran protagonista

Tras la misa tuvo lugar la tradicional procesión encabezada por el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y el director insular de Turisme, Vicent Torres Benet. En ella desfilaron por los alrededores de la iglesia seis imágenes, la última como siempre la de la patrona del pueblo portada por cuatro mujeres de la colla de Santa Gertrudis, grupo folklórico fundado en Ibiza en 1983.

Precisamente, una veintena de sus miembros fueron los encargados de llevar a cabo la demostración de ball pagès en la puerta de la iglesia. Llamó la atención la cantidad de niños presentes, prácticamente la mitad de sus miembros ayer, y la figura de Inés, una chica con un problema de columna debido a una escoliosis mal operada y que se convirtió en la gran protagonista de la jornada. Lleva bailando desde los cuatro años, a base de esfuerzo, ilusión y dedicación se ha convertido en un miembro más de esta colla y ayer fue la que más miradas de admiración despertó entre todos los presentes demostrando que no existen barreras para ella. Lo mismo que para el alcalde de Santa Eulària, que una vez más no dudó ni un segundo en sumarse al ball pagès junto a su concejala Anna Costa y Vicent Torres Benet. Algo que se ha convertido ya en tradición. Lástima que Boy George se lo perdiera.