Imagen de la zona de cruce entre la calle Picasso y la avenida de ses Païsses. | DANIEL ESPINOSA

La avenida de ses Païsses es uno de los puntos negros del municipio de Sant Antoni. La gran afluencia de tráfico, la alta velocidad a la que circulan los conductores y la peligrosidad de las semirrotondas a la altura de la calle Picasso y el Camí des Regueró causan entre 30 y 40 accidentes al año en la zona, según los datos ofrecidos por l’Associació de Veïns des Molí.

Situación de emergencia

Como primera medida, y con el fin de reducir la siniestralidad en la zona, el regidor de Mobilitat del Ayuntamiento de Sant Antoni, Joan Torres, presentó ayer un cambio de sentido en la circulación de la calle Picasso. De esta manera, la parte norte del cruce será exclusivamente de salida hacia Sant Antoni y la parte sur hacia sa Serra.

Se trata, en declaraciones de Torres, de «una actuación de emergencia a nivel municipal, puesto que la avenida de ses Païsses es propiedad del Consell d’Eivissa, que tiene pendiente la instalación de dos rotondas en sendos cruces».

El Consell tiene previsto comenzar las obras de mejora en 2019, pero el proyecto aún se está redactando por lo que ésta podría cambiar.

A la espera de la aprobación de este proyecto, y ante las continuas quejas de los vecinos des Molí, desde el Ayuntamiento «se ha apostado por este cambio dando prioridad a su seguridad, aunque somos conscientes de que, durante los primeros días, la medida puede causar malestar entre los habitantes de la zona», afirmó Torres.

Otra medida aplicada recientemente ha sido la instalación de reductores de la velocidad en la vía para facilitar los cambios en ambas semirrotondas.

Hace apenas un mes que ocurrió el último incidente. Dos vehículos se vieron implicados en una colisión fronto-lateral, cuando uno de los dos conductores se incorporaba desde la calle Picasso. Por suerte, ninguno de los dos conductores fue herido de gravedad.

Sin embargo, «situaciones de este tipo se repiten casi a diario», añadió Valeriano Campillo, presidente de la Associació de Veïns des Molí, que también recalcó la incomodidad entre el vecindario ante la falta de actuación para mejorar la seguridad.