Durante toda la jornada el ambiente fue magnífico y fueron muchos los residentes y turistas de todas las edades que se acercaron. | DANIEL ESPINOSA

Molts anys i bons a todos los libreros. Felicidades. Zorionak. Parabéns. Félicitations. Congratulations. Glückwunsche. Pozdravlaiu. Grattis. Subhkamna. Complimenti. Gratulacje. Y por supuesto también muchas felicidades a todos aquellos a los que les gusta leer como toda la vida, es decir, en papel y pasando las hojas para transportarnos a un mundo de aventuras y conocimientos a través de frases y letras. Ayer, como cada 23 de abril, fue su día, Sant Jordi para algunos y para otros sencillamente el día del libro.

Por ello, y aunque el domingo Santa Eulària organizó las actividades adelantándose un día en el Passeig de S’Alamera y en Sant Antoni y Sant Jordi también hubo puestos, un año más el principal centro de atención estuvo en el Paseo Vara de Rey de Ibiza. A pesar de ser un día laborable y de que eso podría ser un handicap a la hora de la venta de libros la mayoría de los participantes acabaron bastante contentos con la respuesta de los ibicencos. «Esto es un no parar y vamos de un sitio para otro intentando encontrar lo que nos piden o aconsejando a los clientes sobre lo que les puede gustar, y eso, aunque es cansado, también es muy gratificante y una muy buena noticia», explicó ayer Pedro González de la librería Sa Cultural ampliando aún más la permanente sonrisa que siempre luce en su cara.

Precisamente, una de las cosas que más gusta a este librero «completamente vocacional» del pueblo madrileño de Pinto, es el contacto con la gente y poder pensar y aconsejar qué puede gustar más dependiendo de lo que te pidan. «Vender best sellers está muy bien pero al final no deja de ser lo de siempre, unas apuestas seguras que llegan amparadas por una gran campaña de marketing, pero no hay nada mejor que hablar con el lector, que te explique, que tu le expliques, aconsejarle, llegar a un acuerdo y que tiempo después de que haya comprado un libro vuelva a la librería para decirte que le ha enganchado tanto que no podía dejar de leer», aseguró detrás de su puesto de libros.

Sin un número uno claro este año
En este sentido, Pedro González confirmó que durante el día de ayer no hubo un número 1 claro en cuanto a número de ventas. Hubo algunos que destacaron más que otros, como el último trabajo de Arturo Pérez Reverte Los perros duros no bailan, Las hijas del capitán de María Dueñas, Berta Isla de Javier Marías, u Ordesa de Manuel Vilas y convertido ya en lo que llevamos de 2018 en la gran sorpresa de la temporada a nivel de crítica, lectores y ventas. Mientras, hubo otros que muy a pesar se convirtieron en protagonistas negativos como La llamada de la tribu, considerada la autobiografía intelectual y política del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y que, al menos en Ibiza, apenas se compró.

Además, como suele ser habitual en los puestos de las distintas librerías de Ibiza también hubo mucha gente que aprovechó para rebuscar entre los libros y llevarse clásicos de autores como Jack London, Robert Louis Stevenson o Joseph Conrad, novelas de ciencia ficción y mundos imaginarios, cómics o novelas gráficas como Los días oscuros de Juan Escandell y Luis Ferrer y del género manga, trabajos de editoriales independientes y libros de Paul Auster o del alemán Charles Bukowski.

Junto a todo esto, otro género que está cada vez más en auge en las librerías son los libros de autoayuda. «Los hay de todo tipo, de superación personal, con mensajes positivos, con ideas para crecer en tu propia empresa o simplemente aquellos que, supuestamente, te indican un camino para convertirte en mejor persona», explicaron ayer desde el puesto de Hipérbole. Dentro de este campo parece difícil encontrar un superventas aunque algunos destacaron un poco más como El plan de tu alma de Robert Schwartz, Usted puede sanar su vida de Louise L. Hay, Gente tóxica Bernardo Stamateas o Tus zonas erróneas de Wayne W. Dyer.

Los libros infantiles, un sector en auge
Por otro lado, el sector de los libros infantiles y juveniles también está en claro auge. Las posibilidades son cada vez mayores y los padres de hoy en día tienen a su alcance un amplio catálogo para ofrecer a sus hijos. Los hay con grandes dibujos, con textos sencillos, con puzles o con sonidos e, incluso, libros feministas.

Aquí la librería referencia es El barco de papel en Vila. «La verdad es que se vende de todo ya que cada edad tiene su propio estilo de libro, desde los de preescolar hasta tres años en los que está triunfando los de educación alternativa con puzles, cajones o sonidos, hasta los de los youtubers que animan a los adolescentes de 14 años a seguir con la lectura», indicó Katerina Segarra. Además, otros que causan furor son los que animan a trabajar las emociones entre los chicos de 4 y 5 años, y recientemente los que enseñan igualdad entre niños y niñas poniendo en valor figuras como las de las princesas, las guerreras o las grandes mujeres a lo largo de la historia.

Los libros de los ibicencos
Como todo Sant Jordi que se precie los libros en catalán, sobre Ibiza o sobre los països catalans también ocupan un lugar destacado. Los dos que más venden, con todo el respeto hacia otras editoriales, son Editorial Mediterrània y el Institut d’Estudis Eivissencs y preguntados a ambos, al igual que con la literatura en castellano, este año no hay ningún número 1 destacado. Miquel Costa dueño y alma de Editorial Mediterrània, aseguró bajo su tradicional sombrero de paja que este año tenía menos novedades pero que aún así el nivel de ventas se había mantenido, principalmente gracias al libro que se presentaba precisamente en este Sant Jordi, La segona república a Formentera. 1931-1936 de Martí Sierra Riera. Mientras, en el Institut el más demandado era el que se presentó hace unos días en el Consell d’Eivissa: Ball Pagès. Orígens, de Miquel Mayordomo y Antoni Manonelles. Son dos ejemplos, pero dentro de este ámbito la oferta casi es interminable.