La escritora ibicenca Ana Olivia Fiol ayer por la mañana en la sede de Periódico de Ibiza y Formentera.

Explosiva, vibrante y llena de vida». Así definen los lectores La isla de ámbar, primera novela de la escritora ibicenca Ana Olivia Fiol. Sin embargo, este libro que salió a la luz el 4 de julio es mucho más. Ediciones Versátil la ha incluido dentro del género erótico, asegurando que es la primera novela erótica ambientada en Ibiza, pero la historia de Victoria, una mujer fuerte y vital que trabaja de traductora freelance y monitora de spinning, y Alejandro, un empresario de la noche con demasiadas cosas que esconder, es una mezcla de thriller, novela de aventuras y comedia. Además, todos sus personajes parecen salidos de la vida real, y los lugares en los que se desarrolla la trama son totalmente reconocibles. Y si a eso le unimos una forma de narrar muy cinematográfica tenemos un trabajo que dará mucho que hablar y que, si los lectores quieren, podría dar para hacer incluso una trilogía o una serie de televisión.

Paso a paso. Ahora Ana Olivia Fiol está con la campaña de presentación. La primera cita tuvo lugar el 7 de julio en el local Kikekeller de Madrid y tras firmar ejemplares en la Feria del Libro, mañana viernes a las 20.00 horas estará en la librería papelería Sa Cultural de Ibiza.

—Ha presentado su novela en Madrid y mañana estará en Ibiza. ¿Cómo va la experiencia?
—Pues genial. Es mi primera novela firmada con mi nombre y no me puedo quejar. En Kikekeller al principio parecía que no iba a haber mucha gente pero luego enseguida todo se llenó. Y en la Feria del Libro también muy bien. Incluso hubo lectoras que venían a que les firmara un ejemplar porque les había gustado mucho. Y eso, la verdad que sube la moral a cualquiera.

—¿Por qué una novela erótica?
—Realmente no lo se. Llevo desde 2004 escribiendo por encargo ensayos, libros de autoayuda y biografías, pero en 2012 sentí que necesitaba hacer algo mío. Una historia de ficción. Empecé a recoger vivencias propias, cree personajes y al final, aunque la editorial la anuncia como novela erótica La isla de ámbar es una mezcla de géneros.

—Entonces descartamos que sea un 50 sombras de Grey a la ibicenca...
—(Risas). Por supuesto. Es una historia con una trama que mezcla intriga, corrupción, mafia, y por supuesto un juego de seducción. Sin embargo, es mucho más que esas historias en las que el sexo es el epicentro de todo. No es una novela donde la historia está metida con calzador entre secuencia y secuencia de sexo. En La isla de ámbar hay de todo y todo ambientado en lugares perfectamente reconocibles de Ibiza.

—¿Es ese el secreto del éxito que está teniendo la novela?
—Puede ser. Incluso tiene su lado cómico. Muchos lectores que me escriben por las redes sociales me piden que no me olvide decirlo en las entrevistas. (Risas)

—¿En quien se inspiró para sus personajes?
—Un poco de todo, de aquí y de allí. Los he construido a base de experiencias propias y de otras que he vivido junto a mis amigos. Por ejemplo, los dos mejores amigos de Victoria, Lola y Philipe, son una fusión de varios de mis amigos, aunque añadiéndoles toques propios para crear unos personajes casi reales.

—¿Y la protagonista? Victoria es una joven de hoy en día con la que se sentirán identificadas muchas lectoras...
—Es cierto. Victoria rompe con los esquemas tradicionales del género erótico. Tiene veintitantos años, no es ninguna mojigata y no aspira a encontrar al hombre de sus sueños para casarse con él. Tiene otras prioridades en la vida. Es una mezcla de sueca e ibicenca, casi como yo, que mi padre es argentino y mi madre ibicenca, y aunque tiene un poco de mí, ella tiene su propia personalidad. Victoria toma decisiones que yo no tomaría nunca.

—La historia engancha y deja con ganas de más. ¿Ha pensado en hacer una trilogía ahora que está de moda?
—Quien sabe. Eso lo tienen que decidir los lectores pero si es cierto que la historia podría dar mucho más. De hecho, cuando escribí la primera versión de La isla de ámbar tenía 800 páginas y luego al pulirla y dejarla en las 480 actuales se han quedado cosas fuera. He quitado personajes, he dado más importancia a otros, y al final, parece que sí, que la gente se queda con ganas de más.

—¿Y una serie? ¿Y una película?
—Bueno pues puestos a soñar (Risas). Ya he trabajado de guionista así que si la gente quiere yo estoy dispuesta porque además se de que va el tema. Y pensándolo bien creo que algunos personajes secundarios tienen la fuerza suficiente para poder crear incluso sus propios spin off, con historias propias. (Risas)

—¿La novela erótica sigue de moda o ha pasado ya el boom de 50 sombras de Grey?
—Creo que siempre ha estado de moda aunque ahora viva un repunte. La novela erótica no empezó con 50 sombras de Grey sino que se remonta siglos atrás. De hecho, yo que me he tenido que documentar para crear mi novela, me he dado cuenta que hay historias mucho más potentes con autores como el Marqués de Sade o Guillaume Apollinaire. Y de eso hace siglos.

—Y ya la última. ¿Cómo ha sido el salto de escribir libros de autoayuda y biografías a La isla de ámbar?
—Pues un poco aventura. Yo tenía ya contactos en el mundo editorial por mi trabajo previo pero esta es mi primera novela con mi propio nombre y en un género completamente distinto. Ha sido duro y divertido a la vez, y al final creo que el esfuerzo ha merecido la pena. Ahora falta saber si los lectores les gusta tanto como a mi como ha quedado todo.