A la izquierda, cómo quedarían Ibiza y Formentera con un aumento de la temperatura global de 1,5ºC; a la derecha, con un aumento de 4ºC.

En octubre de 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) hizo público un informe en el que hablaba de los impactos del calentamiento global a 1,5 grados centígrados.
En este sentido, la web del documental ‘Before the Flood’ advierte que cada fracción de un grado de calentamiento global provoca un aumento del nivel del mar que «amenazará» profundamente a las ciudades costeras de todo el mundo.
En el caso de Ibiza, una subida de la temperatura global del 1,5ºC supondría un aumento de casi tres metros en el nivel del mar. Esto se traduciría en la desaparición de la costa de ses Salines, de parte de Platja d’en Bossa, tendríamos que despedirnos del puerto de Ibiza y también de numerosas playas y calas de Santa Eulària y Sant Joan. Asimismo, diríamos adiós al puerto de Sant Antoni y parte del núcleo urbano del municipio, además de tramos de su costa.

Si la temperatura subiera 4ºC, se daría un aumento de casi nueve metros en el nivel del mar. Esta situación arrasaría Vila, Sant Antoni y parte de Santa Eulària. En cuanto a Formentera, si la temperatura aumentara 1,5 grados centígrados, arrasaría con la Savina, ses Illetes, la playa de Llevant y parte de s’Espalmador, entre otros. Si llegara a los 4ºC, la crecida del mar arrasaría con todo el norte de la Pitiusa menor.

Así se puede ver en el mapa interactivo de mares emergentes de ClimateCentral, donde se muestra lo «urgente» que es tomar elecciones que frenen el cambio climático. Según explica Benjamin Strauss, vicepresidente de Sea Level and Climate Impacts, para comprender las consecuencias del nivel del mar basta con arrojar una bolsa de cubitos de hielo en la bañera. «El hielo no se derrite al instante, pero sabes que lo hará», indica.

Aún así, no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo tardará en ocurrir este aumento. Strauss señala que una investigación reciente habla de que, si no se reduce la contaminación por carbono, podríamos ver un aumento de dos metros en este siglo; y el doble al siguiente. «Estas cifras son más grandes de lo que la mayoría de los científicos esperaban», añade.
Lo que sí que se conoce es que el planeta ha aumentado su temperatura en más de un grado; de hecho, cada década, el calor suma 0,2 grados centígrados. A juicio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor del 2040, el cambio climático habrá sobrepasado ya uno de los límites establecidos en el Acuerdo de París (firmado por 200 países) porque la temperatura media del planeta habrá aumentado más de 1,5ºC.
De hecho, Climate Central dice que entre 470 y 760 millones de personas viven, a día de hoy, en los lugares que desaparecerían si la temperatura ascendiera 4ºC. En esta línea, precisan que la mayor parte del crecimiento del nivel del mar es consecuencia del deshielo de la Antártida y de Groenlandia.

Actuaciones urgentes
El informe del IPCC expone que limitar el calentamiento global a 1,5ºC requeriría transiciones «rápidas y de gran calado» en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades.
Las emisiones netas mundiales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano tendrían que reducirse en un 45 por ciento para el año 2030, con respecto a los niveles de 2010, y seguir disminuyendo hasta alcanzar el ‘cero neto’ aproximadamente en 2050. Esto significa que se debería compensar cualquier emisió
n remanente eliminando el CO2 de la atmósfera.
Cabe recordar que en septiembre de este año, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, convocará a los Estados Miembro a que participen en una cumbre sobre el clima, donde se reunirán los líderes del mundo, el sector privado y la sociedad civil con la finalidad de respaldar el proceso multilateral e incrementar y acelerar la acción climática.