El local tiene 20 altavoces en la terraza exterior, situada sobre la arena, y seis de ellos están orientados hacia fuera. | A. C.

El departamento de Medi Ambient del Govern balear ha llevado a cabo, desde el mes de junio, una campaña de inspección de los establecimientos del Parque Natural de ses Salines en Ibiza y Formentera con motivo de la revisión y adecuación al Plan Rector de Usos y Gestión (PGRU) del Parque Natural.

En este sentido, y hasta la semana pasada, los agentes medioambientales han levantado un total de 16 actas a locales por diversos motivos en el entorno natural.

Entre ellos, destaca el acopio de suministros en zona abierta no protegida; presencia de mástiles con banderas, antena y cartel del establecimiento que superan la altura máxima de la edificación; presencia de recinto apartado de la instalación que contiene dos grupos electrógenos sin sistema de insonorización acústica, comprometiendo de este modo la calidad ambiental; presencia de una furgoneta en la parte trasera de la instalación que hace función de nevera; presencia de residuos y materia orgánica directamente sobre el suelo o que los puntos de recogida de residuos no están protegidos, entre otras cosas.

Asimismo, en una de las inspecciones se detectó que se estaba vertiendo agua de limpieza «directamente» sobre la duna, según informaron desde la Conselleria de Medi Ambient, aunque no especificaron qué establecimiento lo hacía.

Entorno natural
Una de las actas corresponde al Beso Beach Formentera que, a consecuencia de la inspección, el agente medioambiental hace constar que el establecimiento dispone de elementos visuales publicitarios diferentes a los del entorno natural, como la instalación de un banco en la playa con publicidad del propio local.

Además, en el informe dice que presenta acoplo de suministros y almacenaje de material (sillas) en zonas abiertas fuera del recinto; dispone de una caseta de madera fija en la parte exterior de la terraza y tiene un cartel en forma de ‘B’ que sobrepasa la altura máxima de la edificación.

El agente también se percató de la presencia de un total de 20 altavoces en la terraza exterior (situada sobre la arena), seis de ellos orientados hacia fuera, aunque el establecimiento indicó que cuentan con un limitador acústico. En este sentido, varias personas señalaron a Periódico de Ibiza y Formentera que, ahora, el volumen de la música es más bajo que semanas anteriores.

Por otra parte, también se ha constatado que la zona dunar anexa al recinto se encuentra ocupada por mesas y otros elementos.

Ante esta situación, desde la Conselleria de Medi Ambient explicaron que las actas se remiten a la dirección general de Espais Naturals i Biodiversidad y, a partir de su estudio, se decide si se inicia o no un expediente sancionador.

En cuanto a plazos, subrayaron que no están fijados, pero que oscilan entre uno y dos años.