Interior del buque 'Fantasía' de la naviera MSC Cruceros, donde se realiza el reciclaje de papel y aluminio. | DANIEL ESPINOSA

El crucero Fantasía de la naviera MSC, procedente de Mallorca, hizo escala ayer en Ibiza. Se trata de un buque de más de 300 metros de eslora, con capacidad para 3.500 pasajeros más 1.370 tripulantes y que desplaza 136.000 toneladas.

Alfredo Serrano, director nacional de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) recordó el compromiso medioambiental de los cruceros, aplicando diversas medidas para la «gestión de residuos, reducción de las emisiones atmosféricas y una mayor eficiencia energética».

Con una flota actual de 16 cruceros, «MSC cuenta con una previsión de 29 barcos en total para el año 2029, de los cuales cinco serán propulsados por gas natural licuado, un combustible más compatible con el medio ambiente, reduciendo así un 90% las partículas de azufre, un 65 % las partículas de nitrógeno y más del 20% las emisiones de CO2», según aseguró el presidente de MSC cruceros en España, Emiliano González. Además, añadió que un total de «11 barcos de la flota disponen de tecnología híbrida de limpieza de gases y el 74% del total de los atraques de toda la flota estará cubierta con esta tecnología a finales de este año».

Foto: Daniel Espinosa.

González, indicó que este barco en el «trayecto Palma-Ibiza, aunque puede alcanzar hasta los 22-23 nudos, suele navegar a velocidad reducida en torno a los 13 nudos», gastando alrededor de «18 toneladas de combustible diésel», según señaló el vicepresidente de operaciones medioambientales, Minas Myrtidis.

Depuradora de agua
El navío cuenta con una depuradora para reciclar las aguas grises y «reutilizarlas para el lavado de ropa, cubierta del barco y demás usos fuera del consumo humano». También dispone de una desaladora a bordo que permite consumir agua del mar y «no tener la necesidad de extraer agua de la red de suministro al atracar en un puerto».

De igual modo, el agua que utilizan para la piscina de la nave de crucero, es recogida del mar, «se depura para su uso y se vuelve a repetir el proceso antes de devolverla al mar», según subrayó Emiliano González.

Foto: Daniel Espinosa.

El presidente de la compañía aseguró que «ninguno de los barcos de MSC cruceros consume agua de los puertos donde atracan, ni de las comunidades costeras».

Reciclaje de residuos
Así mismo, «separan y reciclan la basura que se genera cada día en el barco». En el 2018 reciclaron «5.238 toneladas de papel, 2.231 toneladas de aluminio, 8.992 toneladas de cristal y 1.645 toneladas de plástico», según apuntó Minas Myrtidis.

Suministro eléctrico
En cuanto a la electricidad que consume el buque, el director nacional de CLIA destacó que cuando «el crucero atraca en puerto toda la conexión eléctrica es a tierra», incluso afirmó que se está «estudiando la posibilidad de que los barcos atracados en puerto puedan apagar sus motores y mantenerse conectados a la toma de tierra». Por lo que recordó la «importancia de que un puerto esté correctamente adaptado con la infraestructura necesaria para poder ofrecer este servicio, con una subestación eléctrica; ya que en la actualidad sólo 18 puertos de los que se visitan en el mundo tiene la posibilidad de ofrecer a los barcos este servicio».

Foto: Daniel Espinosa.

Infraestructuras portuarias
Por este motivo, el presidente de la compañía concluyó que el problema «no está en la construcción de los barcos, sino que el desafío está a nivel de los puertos, que tengan capacidad también para suministrar gas natural licuado». Por lo que señaló que un puerto tiene que «acometer la inversión para las infraestructuras necesarias para suministrar este combustible», que «según marca el reglamente se tiene que hacer a través de barcazas».

La temporada este año de MSC ha tenido «cinco escalas más que la temporada del 2018» y para el año que viene se prevé «alcanzar un total de 30 millones de cruceristas a nivel mundial entre todas las compañías». Temporada que se empezará «a principios de abril», zanjó González.