La consellera Carolina Escandell respondió ayer a las preguntas de los periodistas en el programa BNP. | Toni Planells

«Quizá trabajando alcancemos una solución. Pero en la administración trabajamos con fondos públicos y todo tiene que cumplir con la legalidad y estar ordenado. Si no encontramos la forma de ordenarlo debemos contemplar que se tenga que ir por la vía judicial». Desde la prudencia, la consellera de Benestar Social, Carolina Escandell, no quiso descartar ayer en el programa Bona Nit Pitiuses (BNP) esta vía respecto al pago de la deuda pendiente con Amadiba, de la que «podríamos hablar de dos millones de euros», estimó.

Una deuda que es la parte correspondiente a todos aquellos servicios que no se justificaron adecuadamente durante la anterior legislatura. La otra parte, la que deriva de servicios tramitados adecuadamente y que dependen de técnicos de la institución insular, está totalmente pagada.

Escandell informó de que en el día de ayer se hizo efectivo el pago de los cuatro meses pendientes por el concierto de una vivienda tutelada para personas con discapacidad, la última parte pendiente de pago.

«Primero nos hemos centrado en lo que podíamos resolver, que es lo que ha dado un poco de respiro a Amadiba», explicó la consellera, «lo otro nos preocupa. Es preocupante una reclamación de un millón y medio de euros».

Una deuda «muy embrollada», debido a que algunos contratos no se han encontrado y otros no se tramitaron por la vía adecuada conforme a la Ley de Contratos de la Administración Pública. Es por ello que Escandell confesó que, a pesar de estar trabajando en este tema, «hoy por hoy, la situación está tan embrollada que no tenemos una hipótesis para solucionarla».

A pesar de todo ello, la consellera no lanzó balones fuera, manifestó que los números «tienen que servir para ayudar a las personas» y no al contrario y deseó que se pueda alcanzar una solución técnica o una «vía de consenso».

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Padre Morey

Otro tema que suscita preocupación en el Consell es la actual situación del centro de menores Padre Morey, desbordado por la llegada de pateras este año en las que iban a bordo varios menores.

A este respecto la consellera aseguró que las instalaciones con las que cuenta el Consell d’Eivissa, el centro de menores Padre Morey para adolescentes de 12 a 16 años y el centro de menores de Santa Eulària de 0 a 12 años, están dimensionados adecuadamente para las necesidades normales de la isla. Sin embargo la llegada de pateras de este año hizo que se superase la capacidad de gestión prevista.

«Todos estos menores están llegando más rápido que la capacidad que tenemos de hacer las contrataciones necesarias para reordenar el servicio», explicó la consellera. Una situación agravada porque el Consell de Formentera no tiene capacidad para hacerse cargo de este asunto y por ello deriva a los menores a Ibiza.

Es por ello que desde las Pitiusas se está haciendo un frente común para «tratar de hacer entender al Govern de que se trata de un tema suprainsular». Una iniciativa que la consellera informó que ya se ha hablado con los consells de Mallorca y Menorca que se materializará en un documento consensuado con el que se reclamará «recursos y medidas concretas» al Govern.

«La tutela de menores es una competencia importante que debe estar bien dotada. Si la situación cambia se debe redimensionar» reivindicó Escandell. «Somos la frontera sur de la Comunidad Autónoma y por lo tanto este es un tema que tendremos que asumir todos».