Miquel Jerez, diputado electo del Partido Popular. | DANIEL ESPINOSA

Miquel Jerez ha conseguido lo que no pudo en las elecciones del 28A: ser diputado del Partido Popular. El ibicenco critica el acuerdo alcanzado entre PSOE y Unidas Podemos y acusa a Sánchez de no haberse puesto en contacto con Pablo Casado, líder de la primera fuerza política de la oposición.

—Una vez asimilados los resultados del domingo, ¿qué valoración hace?
—Si hablamos de resultados creo que tenemos que estar satisfechos. Creo que arrancamos de una situación compleja, con 66 diputados, que hemos conseguido remontar muy bien y el resultado a nivel de Baleares es extraordinario porque nos permite recuperar ese segundo diputado y, por tanto, darle voz a la isla de Ibiza en el Congreso de los Diputados. Hemos pasado a ser la segunda fuerza política, cuando antes éramos la cuarta; conseguimos recortar muchísima distancia al Partido Socialista, que es muy importante, y hemos subido porcentualmente al resto de nuestro más inmediatos perseguidores, entre ellos Vox. Teníamos cinco puntos de diferencia en las anteriores y ahora tenemos un resultado de 0,7 décimas mayor. Todo esto arroja un saldo positivo.

—Pero siguen sin ser los esperados.
—El Partido Popular cuando se presenta a unas elecciones, se presenta para gobernar. Esto no se ha fraguado, el hecho de ser la verdadera alternativa a Sánchez, y hay que imputarlo a una obviedad: la fragmentación del ámbito de la derecha.

—Especialmente a la fuerte irrupción de Vox…
—A la fragmentación de la derecha y, también, a esa mano tendida que no se cogió en su momento hacia Ciudadanos para conseguir conformar esa gran coalición de ‘España Suma’. Si eso se hubiera conseguido, si Ciudadanos hubiese atendido a nuestra propuesta, hoy estaríamos en un escenario diferente. Por tanto, la conclusión es que nos pasa factura la fractura.

—De hecho, Ciudadanos ha caído en picado. ¿Qué ha hecho mal el partido de Albert Rivera para recibir este revés?
—Uno de sus principales errores, si dejamos de lado el tema de ‘España Suma’ donde hubiese salido muy reforzado, ha sido su gran indefinición. Si algo no perdona el electorado es la ambigüedad y yo creo que ha sido castigado en ese sentido. En política tienes que estar seguro de cuáles son tus posibilidades y dar confianza y esto no ha sucedido en Ciudadanos. Por eso ha caído estrepitosamente. En segundo lugar, creo que desde que se vienen publicando encuestas por parte de los medios de comunicación a Cs le dan resultados malos, lo que ha contaminado a su electorado porque nadie quiere apostar por un perdedor y quemar su voto.

—Entonces, ¿es acertada la dimisión de su líder?
—Yo no soy quien tiene que decir si acierta o no porque, entiendo, es una decisión muy personal que va a tener sus consecuencias en el partido. Si lo ha hecho pensando en el bien de su partido y de España, esa decisión está muy bien tomada.

—Salvando las distancias, a Pablo Casado mucha gente le pidió dimitir en las pasadas elecciones de abril por el batacazo del PP. ¿Era el momento de cambiar de líder?
—Venimos de un congreso reciente donde Pablo Casado se convirtió en el presidente del Partido Popular. Veníamos de una situación extremadamente complicada porque veníamos de una moción de censura y Casado lo que quiere es una transición evolutiva del partido y estas eran las primeras elecciones a las que se enfrentaba. En este escenario, yo creo que el resultado que obtuvimos, si bien no fue favorable, nos permite darle una segunda oportunidad y creo que los militantes y la masa social del PP lo entendieron. No es el primer presidente del PP que obtiene unos malos resultados en las primeras elecciones: le pasó a José María Aznar, a Mariano Rajoy y le ha pasado a Casado.

—¿Qué opina del preacuerdo entre Sánchez e Iglesias?
—Bueno, creo que Pedro Sánchez se ha precipitado. Creo que no ha estado a la altura de las circunstancias ni de lo que se espera de un buen presidente. Nosotros somos la primera fuerza política de la oposición y lo mínimo exigible es, por lo menos, contactar con el Partido Popular.

—Pero en este caso, Casado ya había dejado caer que no iba a pactar con el Partido Socialista.
—Casado lo que dijo es que estaba a la espera de la propuesta de Pedro Sánchez, lo que no hizo fue definir si exactamente iba a votar que no o si se iba a abstener. Pero volviendo al acuerdo, creo que lo que va a hacer Sánchez es una irresponsabilidad. Va a pactar a las bravas con el populismo, nacionalismo, comunismo y, además, decide pactar con el independentismo en lugar de abrazar al reformismo centrista.

—¿Realmente usted considera que hubiera sido posible ese pacto PSOE-PP?
—Sánchez es la persona que tiene que tomar la iniciativa y si no ofrece un acuerdo, difícilmente podemos saber si se puede fraguar. Eso no ha sucedido. Ni siquiera ha cogido el teléfono a Pablo Casado en la noche electoral. A partir de ahí, difícilmente podemos pensar que hay un acuerdo posible. La toma de contacto ya era imposible de por sí con esa actitud irresponsable que dice poco de una persona que quiere gobernar el país. Hoy, posiblemente, en la mente de muchos socialistas de bien retumban las palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba; palabras que alertaban sobre las consecuencias de un pacto Frankenstein, y lo dijo un hombre de Estado. Muchos socialistas que han depositado la confianza en el Partido Socialista y en Pedro Sánchez están conmovidos por lo que está pasando.

—Hay políticos de Unidas Podemos, como puede ser el caso de la vicepresidenta del Parlament, Gloria Santiago, que han expuesto en redes sociales, en reiteradas ocasiones, su disconformidad con las actuaciones de Sánchez. Ahora le aplauden. ¿Qué opina?
—Esta es la gran contradicción y engaño que nos han estado ocultando Podemos y PSOE. Han bastado 48 horas para que se pongan de acuerdo. Por tanto, hay algo que se nos ha ocultado a los españoles. Durante toda la campaña electoral se han estado tirando los trastos a la cabeza. Ha habido ocultismo y engaño.

—Este pacto, ¿cómo beneficia o afecta a las Pitiusas? El otro día hablaba, entre otras cosas, de que el gobierno de Sánchez ha hecho caer la contratación en Ibiza en un 13 % y que el paro de octubre se ha incrementado, por primera vez, desde hace siete años.
—Desde que se produce el debate de investidura y desde que ese debate no se fragua con éxito, la única obsesión de Sánchez fue intentar volver a elecciones para incrementar su resultado y gobernar en solitario. Desde ese momento hasta hoy, ¿de qué se ha olvidado? Entre otras cosas del crecimiento económico y así se ve en los datos. Nos hemos olvidado de la creación de empleo porque Sánchez tenía especial fijación en ser exclusivamente presidente. Nos estamos yendo a cifras que teníamos encima de la mesa en época de la crisis. Si Zapatero nos llevó a una crisis económica profunda, lo hizo muy lentamente; según los datos que se manejan ahora, Sánchez nos va a llevar a otra crisis muchísimo más rápido.

—¿Cuál va a ser su primera medida parlamentaria?
—Hay muchísimas y todas de gran trascendencia. Hay dos fundamentales, que son la mejora de la financiación autonómica y el Régimen Económico de Baleares. El PP dejó encima de la mesa, antes de la moción de censura, una negociación prácticamente terminada para conseguir entrelazar un régimen para el Estado muy aceptable y hoy tenemos que reeditarlo porque estamos por debajo de la media estatal. El REB hay que dotarlo de contenido, dotarlo de músculo y ponerlo en valor para que nuestras empresas estén en igualdad a la hora de competir.

—La portavoz de Unidas Podemos en Ibiza dijo precisamente el otro día que este tema es prioridad.
—Eso lo veremos. Nosotros no vamos a estar en contra de una buena medida si es que es buena ; de hecho, estuvimos al lado de Francina Armengol en su momento apoyando un REB que consideramos que no era el mejor, pero que tenía que avanzar. No sucedió lo mismo cuando salió presidenta del Govern hace cuatro años y medio. Lo que hizo fue decirle a Rajoy que no impulsase el Régimen que nosotros habíamos propuesto. Nosotros vamos a ser leales con un buen REB y desleales con un mal REB porque es nuestra responsabilidad.

—Hablaba de más medidas.
—El tema de los funcionarios, el plus de insularidad hay que perseguirlo hasta el final porque no nos podemos dar por vencidos. Los juzgados es un tema que hay que abordar cuanto antes porque nuestra justicia no evoluciona al ritmo que debería. Es cierto que hubo un siniestro lamentable, pero las puertas del juzgado no están abiertas y no sabemos cuándo van a abrir. Hay una depuradora abandonada en este momento y el Ministerio tiene que ponerse a trabajar porque la depuración de aguas de Ibiza es una cuestión inaplazable.

—Hablábamos antes del diputado que ha sumado el PP de Ibiza en estas elecciones, pero ¿qué valoración hace de que el partido no haya conseguido el senador que se esperaba?
—Quiero poner en valor la figura de Jacobo Varela porque ha sido un excelente candidato y en el futuro va a tener las oportunidades que se merece.

—¿Puede deberse a que no tenga el recorrido que tenían otros candidatos?
—No lo creo y considero que la política le tiene que dar una segunda oportunidad. Hemos remontado muchísimo y hemos acortado 3.500 votos.

—Eso es una realidad como también lo es que el PSOE ha revalidado el escaño.
—Cierto, cierto. Nos han faltado unos 800 votos. Creo que nos ha vuelto a condenar la fragmentación del voto del espacio de la derecha nos ha pasado factura y nos ha hecho daño. Si hubiésemos podido concentrar el voto en nuestra formación o haber conseguido fraguar ‘España Suma’ esto sería diferente.

—Pero todos esos votos no se han ido a Ciudadanos…
— En relación a los votos de Cs que hemos recuperado en Ibiza hemos calculado que la cifra está sobre los 1.800. Cs perdió poco más de 6.000 votos, de los cuales 1.800 fueron al PP, 1.200 a otros y 3.000 votos se han quedado en casa. Eso no hubiera sucedido si esas 3.000 personas hubieran votado al PP y si hubiéramos conseguido ‘España Suma’. Hay que hacer memoria y creo que es la primera vez que el PSOE consigue un senador como PSOE. En el resto de ocasiones que se han presentado al Senado lo han hecho en confluencia con otras formaciones del ámbito de la izquierda. Antes el PSOE recurría a estas alianzas para conseguir ese senador y nosotros no hemos podido sumarnos a Ciudadanos para conseguir eso y no hemos conseguido movilizar a esas 3.000 personas que se han abstenido de votar a Ciudadanos. La concentración de formaciones era fundamental, de la misma manera que lo era para la izquierda en su momento.

—A nivel personal, ¿qué supone para usted haber salido diputado?
—En primer lugar tengo que agradecer a mi partido la confianza que me dio para incorporarme como número 2 en la candidatura de nuestra formación el 28 de abril y estoy tremendamente orgulloso que lo haya hecho por segunda vez; a mi partido y a los electores. En lo personal supone un reto, una gran personalidad que asumo con muchísima humildad. Confío y espero estar a la altura del trabajo y la intensidad con que lo han hecho mis predecesores del PP.