Sant Antoni se reunió ayer con Abaqua para abordar la «urgencia» de poner en funcionamiento las infraestructuras necesarias para abastecer de agua desalada a Sant Rafel a corto plazo, algo que pasa por la conexión del depósito construido en esta zona, según informó ayer el Consistorio portmanyí a través de una nota de prensa.

Además, se puso en conocimiento de Abaqua los problemas de la conexión de agua desalada entre la desaladora de Sant Antoni y el depósito de Sant Rafel al nivel del Camí de sa Vorera. Durante el encuentro, también se trató la problemática de las aguas depuradas originada por la mala calidad del agua que llega a la depuradora. En este sentido, desde el Ayuntamiento se ha puesto en marcha «una campaña para identificar los puntos de la red de suministro donde existen aportaciones de aguas con una alta carga orgánica y que dificultan la depuración», precisaron desde el Ayuntamiento. También se abordó la actualización del convenio de compra de agua desalada.

Debido a que, históricamente, los recursos hídricos de Ibiza son inferiores al de resto de Balears y que suele ser común que se encuentre en una situación de prealerta, el Ayuntamiento mostró su intención de favorecer la recuperación a un estado de normalidad de los recursos disponibles potenciando el uso de agua desalada frente al uso de agua subterránea, precisaron desde el Consistorio.