Mapa que muestra el nuevo trazado de las canalizaciones y el trazado anterior.

El sector hotelero de Vila se muestra muy preocupado con los retrasos de la construcción de la nueva depuradora. El continuo vertido de aguas mal depuradas a través del emisario de Ibiza genera un impacto medioambiental que desde la patronal no se considera sostenible y es por ello que piden la máxima coordinación entre instituciones para concluir las obras lo antes posible.

El propio presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Ibiza, Juanjo Riera, remitió una carta al Ministerio de Transición Ecológica en la que solicitaba «con urgencia» la puesta en marcha de la nueva depuradora de la ciudad.

La respuesta está fechada a 5 de diciembre y en ella se detalla el procedimiento a seguir y el papel de cada administración en el mismo. Indica que gran parte del trazado «discurría por dominio público hidráulico de torrentes» y que por ese motivo el Govern balear «no autorizó su ejecución». Este hecho motivó el nuevo trazado, que publicó este periódico en la edición de ayer, y que ahora discurrirá «casi en su totalidad por terrenos privados».

Noticias relacionadas

Dada la complejidad del procedimiento, pide que las instituciones «se pongan de acuerdo para acelerar los trabajos y que no se queden los unos por los otros».

«Queremos que nuestras aguas sean cristalinas, por lo que iremos de la mano del Ayuntamiento, el Consell, el Govern y el Gobierno del Estado», instituciones entre las que Riera deseó el mayor entendimiento.

La nueva depuradora tendrá un tratamiento terciario, por lo que consideró que el cambio de verter aguas mal depuradas a aguas limpias supondrá un beneficio para la flora y fauna marina del entorno de Vila. En este sentido dio cuenta de un informe del Ayuntamiento, en el que se indicaba un incremento de 284 a 758 camiones de posidonia muerta recogida en la costa en 2018 y 2019 respectivamente.

Por otra parte, y precisamente por la calidad del agua de la nueva depuradora, sugirió que sería interesante su uso para volver a hacer correr el agua por los canales de las feixes del Prat de ses Monges, «con un pago justo a los propietarios de terrenos», como parte del plan de recuperación de este entorno.