Durante la mañana de ayer los usuarios de Apneef disfrutaron de una experiencia en alta mar como auténticos marineros. | MARCELO SASTRE

Convertirse en auténticos marineros durante un día. Es la experiencia de la que disfrutaron ayer nueve chicos y chicas de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Ibiza y Formentera (Apneef), que, acompañados por sus terapeutas, se embarcaron por quinto año consecutivo en las actividades de la Setmana del Mar del Club Nàutic de Sant Antoni.

«¿Preparados para la aventura?», les preguntó Ramón, el patrón del barco mientras subían. «¡Sí!», fue la respuesta unánime.

La ilusión se respiraba en el ambiente. Estaban ansiosos por aprender más sobre el mar y sobre Ibiza, pero sobre todo, por poder llevar el timón.

«Es lo que más me gusta, el manejar», señaló Pau, de 11 años. «Es toda una experiencia. Lo que más me gusta a mí es respirar el aire puro», apuntó, Salvador, de 18 años. Otro de los chicos, Antonio, aseguró que es un apasionado del mar. «Soy nadador y, además, navegar me gusta mucho. No me lo he perdido ni una vez», dijo.

«Venimos cada año para que los chicos se conciencien del mar y el medio ambiente y de la naturaleza de las Baleares», señaló Irene Ramón, coordinadora de Ocio y tiempo libre de Apneef. Además, «el poder llevar un barco es algo que les crece mucho. Les transmite la idea de que son capaces de hacer cosas que nunca habían pensado que podrían hacer», explicó.

Ayer, todo fueron nuevas experiencias. Aprendieron a hacer nudos marineros, también que «las cuerdas en el mar se llaman cabos», como les explicó una de las monitoras a bordo, e incluso tuvieron la oportunidad de almorzar en alta mar y dar de comer a los peces. «Es algo que les encanta», aseguró Enrique Más, director de la Setmana del Mar, quien recordó que esta actividad está adaptada a todos los chicos en edad escolar. Así, señaló, que mañana también participarán en el programa los usuarios de Amadiba.

«Este año, además, hemos hecho un curso de vela como prueba piloto y lo han disfrutado mucho», apuntó.

Ya en el barco, rumbo a Cala Bassa empezó la aventura. Iban en dos grupos y en dos barcos distintos. «¡Os invaden los piratas y los tiburones!», se gritaban unos a otros entre risas. Las preguntas y también las explicaciones no tardaron en llegar. «La parte izquierda es babor; la derecha se llama estribor; delante está la proa y detrás, la popa», les contó el patrón del barco. «¿Y sabéis cómo se llama la parte dónde estáis sentados? La bañera», les dijo ante sus caras de asombro.

Un día completo de aprendizaje que no olvidarán.