Ana Lledó, con la bahía de Talamanca al fondo. | DANIEL ESPINOSA

La bahía de Talamanca es uno de los puntos más turísticos de Ibiza. Playa, hoteles, restaurantes y vecinos conviven en esta zona, que «ha cambiado muchísimo con el paso de los años». Antiguamente era un «paraíso natural lleno de dunas». Después, la postal fue cambiando. En 2001, quienes vivían allí fundaron la Asociación de Vecinos de Talamanca con la intención de trabajar por su barrio. También por el de Illa Plana y ses Figueres. Ana Lledó (Madrid 1967) es la nueva presidenta de esta asociación, que ahora intenta abarcar además la zona de ses Feixes. Su objetivo, modernizar la asociación y sobre todo «hacer comunidad», porque «cuantos más seamos, más cosas conseguiremos», señaló.

¿Qué objetivos tiene la asociación para esta nueva etapa?

—Hay muchas cosas por hacer. Ya hemos presentado al Ayuntamiento (de Eivissa) planes de mejora para 2020, que incluyen sobre todo reasfaltados, badenes para reducir la velocidad, repintado, las casetas eléctricas que están muy feas, quitar el emisario antiguo, que dicen que por ahí se cuelan de vez en cuando vertidos y algunos detalles más. En ses Feixes hemos de intentar mejorar la cosa y también nos preocupa mucho que haya aparcamiento en la zona.


¿Creen que todo esto se podrá resolver a corto plazo?

—Bueno, ya se han empezado a hacer mejoras. Han comenzado a repintar las señales de pasos de cebra, también se ha comenzado a desbrozar la maleza de las carreteras y a poner bancos en la pasarela de madera, para que los mayores puedan descansar mientras pasean, que era otra de las peticiones. La concejala de Barrios, Montse García, nos está apoyando mucho. Tenemos encuentros con ella el primer miércoles de cada mes para que cualquier vecino que quiera plantear sus dudas pueda preguntarle.


También se han empezado a retirar los muertos de la bahía de Talamanca. ¿Cuál es la posición de los vecinos ante esta acción?

—Estamos tranquilos. El estado de las praderas de posidonia en la zona está muy mal. La gente se cree que va a haber especulación y un puerto encubierto, pero eso no va a a ser. Medio Ambiente está muy concienciado y de hecho han puesto seis estaciones de control para la pradera justo esa zona y lo que quieren es incorporar, en un plan de protección de la Unesco, las praderas de posidonia, la bahía de Talamanca y ses Feixes.


No es lo que piensan los amarristas, algunos también vecinos de la zona...

—Los amarristas han entrado un poco en pánico, pero es que había 400 muertos ahí y mucha contaminación en verano en el agua, también por los vertidos que echan los barcos. Aún no han sacado la concesión a concurso, pero eso no va a ser especulativo. Lo que pasa es que sí que tienen que limpiar y nosotros estamos muy pendientes con el Ayuntamiento a ver cómo se va a gestionar y se va a controlar todo eso. Había un plan que era con cero barcos, que eso es imposible y además no compensa tampoco. Las otras opciones eran 98 o 176. Se ha optado por la opción intermedia, que es por la que apostamos los vecinos.


El año pasado se retiró el doble de posidonia muerta de la playa de Talamanca que el anterior. ¿Se espera que este año sea igual?

—La posidonia es un tema delicado. De cara a invierno ayuda a que no se vaya la arena con los temporales. Lo que sí damos guerra es la limpieza en verano. Normalmente se la llevan, la ponen en algunos terrenos y en invierno cuando se acaba la temporada lo reponen. El problema es que solo hay una máquina para Platja d’en Bossa y Talamanca, que compró hace muchos años la asociación. A veces hay temporales en agosto o septiembre y queremos ver si se compra otra máquina porque eso da muy mala imagen de cara al turista.


¿Qué cambios necesita la zona a nivel turístico?

—Limpieza, seguridad, que haya más vigilancia, el tema de las playas, adecentar ses Feixes y un aparcamiento, que es fundamental. Hay hoteles que pierden reservas porque no hay sitio para aparcar.


¿Dónde se plantearía un parking en Talamanca?

—Pues ese es el problema. Hay varias zonas pero son inundables. Una enfrente del hostal Talamanca, y otro al lado del Nobu, pero al parecer es otra laguna inundable y siempre que llueve tarda mucho tiempo en irse el agua y además es un foco de mosquitos. Queremos que se rescaten documentos anteriores porque sé que hay algún proyecto que se ha presentado de parking. Aunque sabemos que eso no será a corto plazo.


Tiene intención de incluir ses Feixes en la asociación. ¿Cómo están viendo los vecinos el plan de recuperación de la zona?

—Pues aún no tenemos el documento. No sabemos muy bien. Leí que era un plan de aquí a diez años, que iban a empezar por fases. Los ecologistas del Gen nos comentaron que era inminente, que se iba a hacer un centro de interpretación de aves, pero que entonces se iba a visibilizar a nivel mundial la porquería que hay en ses Feixes.


Porque ¿sigue siendo un foco de contaminación?

—Sí. Desde que se hizo el paseo marítimo ahí se ha quedado estancada el agua. Y además, a raíz del tanque de tormentas en la Avenida 8 de Agosto se ha quedado súper estancada. Ses Feixes es una cloaca. Ahí, la mayoría de casas no tiene cédula de habitabilidad, no tiene conexiones, ni alcantarillado, y todo va a las acequias. En verano es un olor horrible. Hay dos problemas, por un lado, medioambiental y otro social. Porque hay muchas ruinas. El suelo ni es rústico ni urbano. Es un humedal y no puedes meter hormigón ni aluminio. Entonces muchas casas que no tienen techo ya no las pueden recuperar. Hay muchos propietarios que le han dado consentimiento a okupas para que las usen. Viven en condiciones muy malas y habría que sacarlos de ahí, pero a ver dónde los metes. Hay que ir conjuntamente con los planes de actuación, a ver qué se va a hacer ahí.


¿Tienen esperanza de que esto cambie?

—Volver a como estaba antes no se va a conseguir, pero por lo menos solucionar los canales estancados. Hay que mirar la forma de que fluya el agua, aunque también estamos esperando la nueva depuradora de sa Coma, que se supone que de ahí vendrá un flujo ya depurado para darnos caudal a ses Feixes, pero eso pueden ser tres años más. También hemos pedido iluminación porque es una zona muy oscura y viven muchas familias con niños.


La asociación también abarca la zona de Illa Plana. ¿En qué situación se encuentra?

—Están muy abandonados. Nosotros ahora tenemos dos vacantes de vocales en la asociación y me he puesto en contacto con ellos para que alguien entre y poder conocer de cerca sus problemas.


¿Qué problemas tienen?

—Pues el asfaltado está muy mal, el año pasado tuvieron problemas también con un club de alterne encubierto en un chalet de lujo en la zona y también está el tema del acantilado. Se les está cayendo y hay que hacer algo, aunque es verdad que la naturaleza es la naturaleza.


Su intención como nueva presidenta de la Asociación de Talamanca es convertirla en una organización cercana y que haya unidad entre las distintas zonas. ¿Cómo se trabaja para ello?

—Modernizarla, actualizarla, digitalizarla y sobre todo hacer mucho énfasis en que es una asociación de vecinos, porque la gente se creía que éramos solo comerciantes porque en los últimos años se han quedado solo 12 socios y de esos 9 son comerciantes. Queremos hacer ahora una campaña de captación de socios, hemos creado un blog, las redes sociales, Instagram, Facebook y haciendo que la gente participe. Nuestro lema es «Hagamos comunidad». Cuantos más seamos, más opciones vamos a tener, más llegaremos a la administración, más presión vamos a hacer y más cosas vamos a conseguir.