Padres y madres esperaban la salida de sus hijos del CP Sa Blanca Dona este viernes. | DANIEL ESPINOSA

Los centros de estudios de Ibiza y Formentera tratan de suplir la suspensión de las clases presenciales por el estado de alarma con material didáctico para realizar online o en su domicilio, que debe «centrarse preferentemente en el refuerzo y/o consolidación desde un enfoque competencial», según la Conselleria d’Educació.

Sin embargo, todo esto está a la espera de la reunión que hoy mantendrán los claustros de profesores, madres, padres y equipos directivos de los centros para especificar las tareas que desarrollarán los estudiantes durante los 15 días que, en principio, durará la declaración del estado de alarma.

«Lo que se tiene que decidir este lunes es cómo se realizará todo este tipo de contacto online, porque no tiene nada que ver el alumnado de Infantil con el de 2º de Bachillerato. Son conceptos totalmente diferentes, o sea, que cada centro tendrá que decidir y en la FAPA estamos a la espera de saber cómo se hace y cómo se articula todo esto porque no es fácil», explicó la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Ibiza (FAPA), Pepita Costa.

Costa indicó que una vez sepan qué medidas toma cada centro en particular, informarán a cada una de las Amipas porque «todo esto es muy diferente de un centro a otro», y comentó que en el suyo no tienen aún la estrategia.

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Desprevenidos
«Esta situación nos ha cogido un poco desprevenidos en el sentido de que ni centros, ni familias pensábamos que en Baleares, por el escaso número de gente diagnosticada con el coronavirus, el cierre fuera tan rápido y todo esto conlleva muchas dificultades», subrayó la representante de los progenitores.

Frente a esta contingencia, la Conselleria d’Educació emitió un comunicado con una serie de directrices en materia educativa y organizativa de los centros. En ellas se especificaba que «el centro procurará, de acuerdo con los niveles, etapas y características del alumnado, la continuidad del aprendizaje en el ámbito familiar para mantener los hábitos de trabajo y las rutinas propias de la actividad escolar».

Educació concretó que esto se deberá hacer mediante alguna de las plataformas virtuales o establecer algún otro canal «para evitar las desigualdades derivadas de las diferentes posibilidades de acceso a la información» y entregar a los alumnos y familias los elementos formativos.

Más previsores fueron en el colegio de Joan Amorós, profesor en el CEIP Can Misses y presidente de la Associació Professional de Docents d’Eivissa (APDE), que da clase a niños de tres a 12 años. En su centro, el viernes enviaron una serie de deberes y actividades para realizar estos días y que «se pueda seguir con el proceso de aprendizaje desde casa».
«Pusimos un dossier individualizado a cada una de las clases en papel y también se colgaron en los blogs de cada aula, por si alguien no había venido el viernes, que faltaron bastantes niños y por eso también lo tienen online», incidió Amorós.

En su caso, se decantaron por el papel porque querían garantizar que los niños tuviesen acceso a las actividades y, si lo hacían online, «por la edad de los niños y las características del global de las familias no se aseguraba». El docente confirmó que todas estas actividades se evaluarán y corregirán una vez haya acabado el estado de alarma.