Control de la Policía Nacional al principio de la Avenida de España.

La Guardia Civil detuvo ayer en Cala Llonga por un delito de desobediencia grave a un conductor. Así lo informó a través de un comunicado la Delegación de Gobierno. En el texto se recoge que el individuo se dio a la fuga en un control cuando fue requerido para ser sometido a un test de alcoholemia. El conductor se terminó arrepintiendo y llamó a la Guardia Civil para entregarse, siendo denunciado y detenido.

No fue la única incidencia grave que tuvo lugar el sábado en las Pitiusas. En Formentera, un hombre fue arrestado por violencia de género. La Guardia Civil y la Policía Nacional han reforzado esta semana las medidas de control en el ámbito de protección de las víctimas de la violencia de género con carácter preventivo.

Desde que se decretó el estado de alarma, la Policía Local de Ibiza, en coordinación con la Policía Nacional, hasta el sábado había realizado un total de 785 controles a vehículos, identificando a 547 personas e interponiendo 60 denuncias.

Según se recoge en el comunicado, estos se realizaron para verificar el cumplimiento del estado de alarma y en ellos se ha controlado aforo de autobuses públicos, de vehículos privados, el desplazamiento de personas por la calle sin causa justificada y la apertura de establecimientos no autorizados.

Además, explican que el lunes y el martes las tareas fueron informativas. Fue a partir del miércoles cuando se empezaron levantar actas de incumplimiento. Por días, el miércoles se pusieron nueve denuncias; el jueves, 13; el viernes, 16; y el sábado, 22, uno de ellos se encontraba nadando en la playa de ses Figueretes.

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Por su parte, la Policía Local de Sant Josep ha denunciado a 39 personas que se encontraban en la calle sin una causa justificada a pesar del estado de alarma. Desde que se decretó esta situación, hace una semana, también se han identificado otras 306 personas que fueron apercibidas por incumplir la orden de confinamiento. Además, en esta semana, los policías de San Josep han efectuado casi un centenar de controles, 26 de los cuales se centraron en comprobar el cierre de establecimientos y otros 63 tenían por objeto velar por el cumplimiento de las restricciones entre la población.

En cuanto a las denuncias a personas que han incumplido la orden de permanecer en casa, la respuesta de los funcionarios ha sido «gradual según avanzaron los días, desde el apercibimiento inicial a personas que quizá no conocían el alcance de la medida hasta llegar a la sanción, que puede ir de los 600 a los 3.001 euros», informó el teniente de alcalde de Gobernación, Ángel Luis Guerrero. En este sentido, el número de denuncias ha aumentado en los últimos días, de las cuatro efectuadas el lunes a las 21 interpuestas el sábado.
Por su parte, el Ayuntamiento de Santa Eulària comunicó ayer que solo había una nueva infracción en el municipio. Se trata de una violación de las restricciones de movilidad ciudadana.

Esta denuncia se suma a la de los 10 jóvenes denunciados por celebrar una fiesta en espacios comunes de su comunidad de vecinos y a las cinco actas de infracción contra conductores que llevaban más personas de las permitidas.

Controles
Por otro lado, Policía Nacional y Guardia Civil, en coordinación con las policías locales del archipiélago, realizaron el sábado más de 350 controles de vigilancia en las carreteras de Balears. Los agentes identificaron a más de 4.600 personas de 4.000 vehículos. Se trata del mayor despliegue de dispositivos de vigilancia de vehículos efectuado en las islas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en cumplimiento del Real Decreto del 14 de marzo, para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.

Según se recoge en el comunicado, «la gran mayoría de los conductores demostró su solidaridad y buena disposición para cumplir con las restricciones acordadas para contener el coronavirus».