Imagen de las vallas que impiden el acceso a ses Illetes. | Toni Ruiz

La presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, en nombre de todo el equipo de gobierno, trasladará a la presidenta del Gobierno balear, Francina Armengol, la petición de que no se permita la vuelta al trabajo en sectores no esenciales, de momento, hasta el próximo día 26 de abril. Esta propuesta fue secundada por el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, para quien será «mucho mejor cuanto más se limite la posibilidad de movimientos», por lo que consideró «prudente» esperar hasta entonces. En su opinión, «no se puede permitir que, ahora que el número de contagios está cayendo, vuelva a haber un repunte». Cabe recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, informó este pasado fin de semana de que el próximo lunes podrían volver al trabajo empresas no esenciales, tales como la construcción.

«De esta manera apoyamos la petición que hizo ayer la presidenta del Ejecutivo balear al presidente del Gobierno estatal», explicó Alejandra Ferrer a través de un comunicado de prensa. En su opinión, como en la de Marí, abrir la próxima semana parte del confinamiento «podría ser peligroso para la isla», sobre todo porque, además, algunos de los trabajadores de estos sectores no esenciales vienen de fuera, lo que supondría «un peligro añadido».

Asimismo, Ferrer pidió que estas empresas puedan acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), como hicieron con las empresas que obligaron a cerrar al inicio del confinamiento. «La situación es, en muchos casos, insostenible, para los empresarios que deben asumir económicamente estas dos semanas de parón, y, si la situación se prolonga, se les deberá ayudar, como se ha hecho con los otros», destacó la presidenta del Consell. Marí también respaldó esta iniciativa para «que no recaiga sobre las empresas toda esta situación de fuerza mayor» mientras dure el estado de alarma.
Preguntado si sería posible impulsar esta medida solamente en Balears o en los territorios extrapeninsulares, Marí respondió que la iniciativa serviría para «proteger más las islas», dada la limitación en los movimientos, pero, en el resto del país, dependerá de las facilidades que el Gobierno central dé a las empresas ante la ampliación del confinamiento.
Ferrer recordó que, «desde hace unas semanas, la patronal hotelera y los representantes del sector turístico pusieron a disposición alojamientos para casos de emergencias sanitarias, así como para posibles afectados leves que se tuvieran que aislar del resto de sus familiares, con el objetivo de que lo puedan hacer correctamente, siguiendo las recomendaciones sanitarias».

Ahora, según añadió Ferrer, «estos alojamientos se podrían utilizar para los pacientes asintomáticos, si se detectan, para evitar la propagación del Covid-19 en la isla». En este sentido, la presidenta aseguró que espera «la llegada a Formentera de los tests que ha enviado el Gobierno a las comunidades autónomas para ver si así se pueden detectar casos leves o asintomáticos, y poder tomar más medidas de aislamiento para evitar contagios».
«Un plan de contingencia»

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Por otro lado, el presidente del Consell d’Eivissa reclamó al Govern balear y, especialmente, al Ejecutivo central «un plan de contingencia» para las islas, en general, e Ibiza en particular, ya que «la dependencia del turismo es muy grande».

Marí desgranó que se refería a ayudas, prestaciones, créditos con un tipo de interés bajo, aplazamientos de cuotas fiscales o avales «para que trabajadores, autónomos, pymes y familias puedan subsistir y aguantar esta situación» sin que haya una pérdida de puestos de trabajo. Según cree, el crédito debe «fluir» para evitar que haya empresas que queden en la quiebra, hagan expedientes de regulación de empleo (EREs) o tengan que acudir a un concurso de acreedores.

«En un escenario de nula o casi nula actividad, el Gobierno central tiene que hacer un esfuerzo para que la recuperación pueda luego reiniciarse», prosiguió el presidente del Consell, para quien toca «aguantar como si el verano fuera un invierno más». A su parecer, por la dependencia del sector turístico y por ser una isla adonde la gente tiene que venir por mar o por aire -y con las conocidas restricciones-, «la situación aquí será muy complicada».

«Por eso, pido un plan económico ambicioso para las economías insulares», reclamó Marí, en cuyos cálculos hablamos de «cientos de millones».