Desde hace casi un mes, el aeropuerto de Ibiza se encuentra prácticamente desierto.

El pasado viernes la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró que el turismo, el ocio y la cultura no podrían volver a la actividad hasta final de año. Una manifestación que no ha gustado nada en Ibiza, tanto entre las administraciones públicas como en el sector empresarial.

El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que quien tiene que tomar esta decisión no es la ministra «sino los autoridades sanitarias competentes». Además, cree «que ahora que ya hemos pasado la fase de control y estamos en la de estabilización, viendo el número de contagiados, es el momento de analizar las medidas de forma anticipada para ver cómo vamos a salir de la crisis».

En este sentido, Marí está seguro de que Ibiza y Formentera serán de los primeros territorios de España en dejar atrás la fase de confinamiento «ya que los puertos y aeropuertos en las islas son algo más fáciles de controlar». Sin embargo, el presidente del Consell d’Eivissa asegura que todo pasa por llevar a cabo test masivos «para saber quiénes son portadores del virus, aunque sean asintomáticos, y así poder salir a la calle con las garantías de un contagio mínimo».

El sector empresarial
Por su parte, José Antonio Roselló,vicepresidente en Ibiza y Formentera de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), también valoró muy negativamente a Periódico de Ibiza y Formentera las declaraciones de Díaz. Las catalogó de «inoportunas y fuera de lugar» y aseguró que «son meras especulaciones porque ni ella ni nadie puede saber exactamente qué va a pasar durante los próximos meses».

Prácticamente, con los mismos términos se refirió ayer la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera, Ana Gordillo. «Están fuera de lugar y son prematuras porque fue el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, el que indicó que no se puede poner una fecha al levantamiento de las medidas de confinamiento».

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Además, Gordillo añadió a este periódico «que no son nada positivas porque generan mucho miedo en los turistas, los mercados internacionales y los turoperadores» y eso repercutiría muy negativamente en las Pitiusas, «provocando consecuencias terribles tanto en las empresas del sector turístico, que acabarían en la quiebra, como en todos aquellos que trabajan en ellas».

Por último, Alfonso Rojo, presidente de Pimeef, también aseguró que fue una afirmación «excesivamente alarmista por lo lejos que queda final de año y, aunque quizá la ministra tenga otros datos que los demás no conocemos, lo cierto es que no han creado ningún ánimo en lugares como Ibiza».

Expectativas de la temporada
Frente a esto, Rojo confirmó a Periódico de Ibiza y Formentera que desde Pimeef se está trabajando con un panorama algo más positivo que en el resto de España, pensando que en agosto «pueda haber algo más de apertura». A pesar de ello, Rojo tiene claro que después del coronavirus nada será igual «y se trabajará y se disfrutará del ocio como lo marquen los expertos de la Organización Mundial de la Salud y no los políticos».

Sobre este panorama de apertura también habló la presidenta de los hoteleros de las Pitiusas: «Nadie aquí da la temporada por perdida ya que se trabaja en otro tipo de servicios como los viajes internos, aunque siempre pendientes de cómo evolucione el problema sanitario», aseguró a este periódico.

Sin embargo, todo ello pasa por el que se abran lo antes posible los puertos y aeropuertos en la islas. Algo que, según dijo el domingo la presidenta del Govern, Francina Armengol, parece que va para largo puesto que su intención es pedir al gobierno central que sigan cerrados el mayor tiempo posible. Una medida que, José Antonio Roselló, vicepresidente de CAEB en las Pitiusas, también criticó. «Es una propuesta inquietante porque demuestra cierta parálisis y también es poco ambiciosa porque se tendrían que abrir cuanto antes, siempre sujetos a lo que digan las autoridades sanitarias, no los políticos», concluyó.