El coronavirus hace estragos en el sector del taxi de Ibiza. | Marcelo Sastre

El sector del taxi en Ibiza está viéndose muy afectado por la crisis del coronavirus. Según explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera el presidente de la Federación del Taxi en la mayor de las Pitiusas, Toni Riera, están facturando «un 90% menos que en el mismo mes de abril de 2019».

Algo que se resume en cifras alarmantes para el gremio. Según Riera, el número de servicios completados ha descendido bruscamente, pasándose de los 159.791 de abril del 2019 a los 16.360 de este año. Por municipios el descenso más importante ha sido en Santa Eulària, donde solo se han completado 2.897 trayectos por los 21.729 del curso pasado. Mientras, en Vila se ha pasado de 65.985 a 8.092; en Sant Antoni de 19.435 a 2.315; en Sant Joan de 1.814 a 178; en Sant Josep de 46.586 a 2.323, y en la zona de la Bahía de Sant Antoni, de 3.496 a 428.

Riera asegura que muchos trabajadores del gremio «no han salido a trabajar por miedo a contagiarse al ser conductores en riesgo o convivir con personas de riesgo y no han facturado nada». Y los que sí han salido, «únicamente han hecho un 10% de lo que hicieron el año pasado». Una situación insostenible porque «con eso les da pagar el autónomo y poco más».

Por ello, «algunos taxistas se han acogido a ERTES y la gran mayoría está pidiendo la ayuda que ofrece el Gobierno central por cese de actividad». Según Riera «en algunos casos ya están pagando esas ayudas que rondan los 1.000 euros al mes mientras dure el estado de alarma pero se está tardando bastante en tramitar porque las gestorías, al tratarse de algo nuevo, no saben exactamente cómo hacerlo».

Noticias relacionadas

El turismo nacional

Con estas cifras el futuro no parece demasiado optimista para el sector. Ahora, según sus palabras «hay que esperar a ver como evolucionan los próximos meses» mientras hablan con el sector turístico y algunos agentes importantes.

En este sentido, las noticias de una apuesta por el turismo nacional no son demasiado buenas. «No es un usuario habitual del taxi porque viene con su propio coche o prefiere alquilar y en temporadas anteriores apenas ha supuesto el 10% de nuestra facturación».

Además, a esto se une la no apertura, de momento, de algunas grandes discotecas. «Es otro palo muy duro porque implica que se reduzca nuestra franja de trabajo a prácticamente solo al día cuando gran parte de nuestra facturación en verano se hacía de noche y madrugada».