Un ciudadano observa la llegada de la manifestación mientras cruza el paso de cebra. | Marcelo Sastre

Quedaban todavía algunos minutos para el mediodía y el aparcamiento de la calle Pare Josep Manxarell de Ibiza estaba lleno de vehículos en marcha. Por las ventanillas de la mayoría asomaban banderas de España que algunos habían colgado cintas antena del radiocasete o los retrovisores. Esperaban la salida de la manifestación motorizada organizada ayer en Ibiza y en el resto de islas de Balears por el partido Vox con el lema «caravanas por España y su libertad».

Un acto que congregó a 130 vehículos, según los datos facilitados por Delegación del Gobierno, y más de 200, según los organizadores. La manifestación inició su recorrido en el aparcamiento de es Gorg y concluyó en la avenida Isidor Macabich. Llegó a ocupar prácticamente toda la arteria que va desde el puerto hasta el cruce de Isidor Macabich con la avenida de la Paz.

La jornada transcurrió sin incidentes y al llegar al final del recorrido todos los vehículos se dispersaron. No se produjeron grandes retenciones excepto en las rotondas que conectan la E-10 con el puerto y en la avenida de Santa Eulària.

«Llevamos meses diciendo que los ciudadanos están muy cansados y, cuando han tenido la oportunidad de mostrar su enfado, lo han hecho. Estoy muy contenta con la participación en Ibiza. Solo mostrando lo que sentimos y pensamos seremos capaces de mandar a su casa a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los responsables de la ruina de este país», declaró antes de la salida la diputada balear de VOX, Patricia de las Heras, que participó en la caravana de Ibiza.

Salida
La manifestación salió, puntual y lentamente, desde la zona de aparcamiento del polígono es Gorg. En uno de los vehículos que esperaba el avance de la caravana, Laura comentaba que «la nefasta gestión» del que calificaba como un «desgobierno» era lo que le había llevado a participar. Iba acompañada de una amiga, sentada detrás del asiento del copiloto. Las dos llevaban mascarilla. Laura se mostraba sorprendida por la cantidad de gente que había respondido a la convocatoria. «Ya está bien de callarnos», decía antes de despedirse con un «libertad» y «viva España».

Cerca de ella estaba Alberto, obrero en la construcción, que criticaba que el Gobierno estuviera tomando «decisiones que llevan al país a la deriva». «Si haces algo mal tienes que asumir tu responsabilidad», decía. Desde su punto de vista la gestión de esta epidemia justificaba su petición al presidente del Gobierno de que dejara su cargo.

Del mismo gremio, la construcción, es Willy, que conducía uno de los vehículos más llamativos de la manifestación, un camión grúa con el remolque rojigualdo. «Lo hemos pintado así para la manifestación», explicaba. El plural incluía a su jefe y a varios compañeros de su empresa que habían acudido a sumarse a la fila de vehículos. Justificaba su presencia como una «lucha» por los derechos de los ciudadanos y señalaba que «el pueblo no puede estar con tantas dificultades».

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Caravana por Ibiza
La Policía Nacional cerró el tráfico en las rotonda de la E-10 que da acceso al puerto para que pasase toda la manifestación en bloque. La fila era considerable y la integraban coches, furgonetas, motos (un 30% según Delegación del Gobierno) y el mencionado camión.

En los radiocasetes de algunos coches sonaba el himno de España, con o sin letra, y el conocido pasodoble Que viva España interpretado por Manolo Escobar. Francisco y Liliana tenían el himno nacional en bucle a todo volumen, «para animar la manifestación», explicaba él.

Era curiosa la imagen de una manifestación sobre vehículos a motor, sin consignas, cánticos ni carteles más allá de las banderas de España. «Una parte de los motivos de la manifestación es también hacer un reconocimiento a las víctimas del coronavirus, por eso hemos pedido que no se toque el claxon y esto se convierta en una verbena», explicaba César Salvador, coordinador de Vox en Ibiza y Formentera, que iba avanzando en su motocicleta.

A pesar de las indicaciones, los bocinazos fueron generalizados durante el recorrido de la manifestación.

Entre los peatones, la respuesta era dispar. Si bien la mayoría sencillamente observaba o gravaba vídeos con sus teléfonos inteligentes, se oyó algún aplauso desde las ventanas de los edificios e incluso alguna cacerola golpeada por un cucharón que recordaba las recientes manifestaciones contra el Gobierno en Madrid.

También había algunos que increpaban a los manifestantes mientras cruzaban el paso de cebra. «¿De qué vais? No tenéis ni idea de nada, a vuestra casa», increpaba una señora. «Vergüenza», gritaba otro mientras negaba con la cabeza.

Balears
Un total de 1.850 vehículos, según Delegación del Gobierno en Baleares, salieron en Palma para pedir la dimisión del Ejecutivo central. En Mahón participaron en torno a 50 vehículos mientras en Formentera los organizadores desconvocaron el evento a las 12:15 porque únicamente habían acudido dos vehículos, explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno. El presidente de la formación en Baleares, Jorge Campos, que participó en el acto en Palma, pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al vicepresidente primero, Pablo Iglesias, «que dimitan y formen un Gobierno de técnicos, que nos saquen de esta crisis y después convoquen elecciones». «Tenemos, por desgracia, un Gobierno que es el responsable de que seamos el país con mayor número de contagios por coronavirus. No solo eso, están aprovechando para implantar su agenda comunista. Estamos en un estado de excepción encubierto en el que el Gobierno central pacta con Bildu, es decir, con ETA», explicó.