Una joven lee el periódico en la terraza de un bar. | Arguiñe Escandón

«La distribución de prensa escrita y la disposición de ésta para los clientes de los establecimientos en los que se encuentra habitualmente –como bares, restaurantes o salas de espera– no está expresamente prohibida por ninguna norma del proceso de desescalada», asegura la comunicación emitida ayer, conjuntamente, por la Direcció General de Comunicació, Institut Balear de Seguretat i Salut Laboral y la Direcció General de Salut Pública i Participació del Govern. La declaración está firmada por los máximos responsables de los diferentes departamentos.

El comunicado pone especial énfasis en precisar que «leer los diarios no es una práctica que el Ministerio de Sanidad haya prohibido o haya recomendado que se evite por el peligro de contagio», en referencia a la COVID-19. Además, y en relación con las cuestiones científicas, los organismos autonómicos detallan que la Organización Mundial de la Salud y los principales institutos científicos y virológicos de referencia internacional ya precisaron en su momento que «nunca se ha documentado la transmisión del coronavirus a través del papel de los diarios, ni tampoco por su uso compartido».

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Medidas de precaución
El Govern plantea a los clientes y usuarios de los bares y restaurantes la adopción de simples medidas de precaución, como son la limpieza de manos o su desinfección, mientras que a los responsables de estos establecimientos se les sugiere que «dispongan la prensa escrita en un lugar concreto, con solución hidroalcohólica a disposición de los clientes y carteles informativos sobre la necesidad de lavarse las manos antes y después de leer el periódico».

A modo de conclusión, los responsables de los tres departamentos declaran que «con responsabilidad y sentido común se puede disfrutar de la presencia y lectura en los locales de acceso al público».

Esta respuesta contundente del Govern aclara algunas dudas que se generaron durante la crisis sanitaria. La Asociación de Medios de Información, que agrupa a los editores de periódicos, también fue tajante sobre la seguridad del papel.