Tras la reunión mantenida ayer con los representantes de la Asociación de empresarios del West End, el alcalde de Sant Antoni Marcos Serra señaló que «se trata de una medida discriminatoria y arbitraria que no cuenta con ninguna justificación sanitaria». Serra aseguró que esta decisión provocará que muchos trabajadores «acaben en las colas de Cáritas».

«Estamos de acuerdo en que se tienen que tomar medidas de seguridad sanitarias porque estamos ante una crisis muy grave, pero consideramos que si otros locales con las mismas características pueden abrir en el resto de Baleares también se debería permitir en el West End», argumentó Serra, que también lamentó que se tomen este tipo de decisiones por parte del Govern «sin consenso ni diálogo con el Ayuntamiento».

Por último, el alcalde explicó que el Govern balear realizará comisiones de seguimiento para flexibilizar medidas, por lo que espera que se tenga en cuenta las circunstancias de estos establecimientos y se estudie la posibilidad de equiparar la zona del West End con las mismas condiciones de apertura aplicadas al resto de locales de ocio de Baleares.