A pesar de que estemos ante una temporada muy atípica, los turistas no dudaron en acercarse a la inauguración del mercadillo más emblemático del municipio. | Daniel Esponisa

El mercadillo más grande de Ibiza vuelve a abrir sus puertas. Por fin, tanto ibicencos como turistas pueden acudir a su cita semanal los miércoles en es Canar. Productos artesanos, gastronomía y música en directo se juntan en un mismo espacio al aire libre para hacer las delicias de sus visitantes, aunque esta vez, con mascarillas obligatorias y gel desinfectante antes de acceder al recinto.

En circunstancias normales, el mercadillo contaba con unos 500 puestos en los meses centrales del verano. Cuando cerraba, en octubre, se iniciaba la lista de espera para poder tener un trocito de parcela el año siguiente. Sin embargo, este verano, el mercadillo hippie de Punta Arabí cumple 47 años en un ambiente de incertidumbre: muchos de los locales colindantes de la zona están cerrados, por lo que la afluencia de turistas es mucho menor que otros años. Muchos puestos han decidido darse de baja.

Alejandro vende camisetas pintadas por él mismo, a mano, desde hace 30 años y este año es el primero que no deja que se las prueben: «tenemos que tener mucho cuidado porque respetar las medidas en un mercadillo no es fácil y si hay contacto de una prenda con la cara de alguien… Puede ser peligroso», explica el artesano.

Temporada atípica
«El virus llegó a nuestras vidas para cambiarlas y si la mascarilla es obligatoria, qué mejor que poder vestir una que sea bonita». Esta es la fantástica idea de Sara, una malagueña que hace, a mano, mascarillas artesanales con estampados muy animados. «Sobre todo, se enfocan a niños, para que se les haga más fácil llevarla puesta”.

Lara también tiene un puesto de jabones en Punta Arabí desde hace más de veinte años. «Supongo que todos tenemos miedo de esta temporada», explica. «Muchos de los hoteles y restaurantes de la zona no han abierto y eso nos afecta directamente a nosotros».

A pesar de que ayer fue el primer día, casi todos los comerciantes destacaron la calurosa bienvenida que les habían dado los visitantes. Y es que parece que, poco a poco, la normalidad por fin vuelve a instaurarse en nuestras vidas.

Por fin la música vuelve a invadir la calle. Las canciones reggae y ambientadas en la India vuelven a escucharse mientras paseamos por el marcado y, por debajo, se puede escuchar las carcajadas de grupos de amigos desayunando o tomándose una cerveza en uno de los bares. El ambiente alegre vuelve a invadir los puestos de debajo de los pinos en la zona de Es Canar. El verano hippie en Santa Eulalia ha quedado inaugurado.