Parecía que ayer medio Sant Antoni se hubiera acercado a ver a los Reyes. El otro medio debía estar trabajando.

Todos querían ver a Felipe VI y Letizia. Buscaban los mejores sitios. El que tenía un amigo con balcón, al balcón. El que se tenía que conformar con la calle buscaba la mejor sombra, que era aquella en la que uno podía ver a los Reyes sin obstáculos.

Eso pensaban que habían encontrado una veintena de personas que se pusieron frente a las escaleras de la plaza de la iglesia. Entonces llegó una nube de periodistas que les tapó completamente las vistas. «Agente, no puede dejarme que me mueva más para allá», señalaba una señora fuera del perímetro marcado. «Señora, yo ya se lo había advertido», precisó el agente.

Los periodistas no tardamos mucho en movernos y dejamos a la señora y la gente que le acompañaba que disfrutara de las vistas de la pareja real, que derrochó simpatía todo el recorrido. Es cierto que la visita concluyó un cuarto de hora antes de lo previsto, pero no fue porque los Reyes corrieran. Se detuvieron con cada artesano, se interesaron por su trabajo y bromearon incluso con ellos. Respondían a los ‘Viva el Rey’, los ‘Viva la Reina’ e, incluso, algún ‘Viva lamadre que te parió’, con saludos y sonrisas. Paso lento, sin prisa.

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Al llegar a la iglesia y encontrarse con el párroco, Francesc Xavier Torres Peters, la Reina Letizia se mostró curiosa por el segundo apellido del eclesiástico. «¿Es un apellido inglés?», le preguntó la Reina Letizia.

- «Sí, mi madre es inglesa», contestó Torres Peters.

- «Entonces, ¿habla inglés?», insistió la reina, a la que debió llamar la atención que un sacerdote que habla castellano con acento ibicenco fuera en parte británico.

- «Mi familia es inglesa y sí, es mi lengua materna», le contestó y dirigiéndose al Rey añadió, «es una mezcla un poco explosiva, mitad español y mitad inglés». El Rey, muy agudo, respondió, «bueno, una mezcla como la nuestra», en referencia a la ascendencia de su familia, emparentada también con la familia británica.

Amables y desenfadados, dejaron buen recuerdo de un breve paseo histórico.