A ella acudió la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, y la concejala del pueblo, Marilina Boned, además de algunos vecinos que se situaron con sus mascarillas respetando correctamente las respectivas medidas de seguridad para evitar nuevos contagios de coronavirus.
Según explicó ayer Boned a Periódico de Ibiza y Formentera, tras el éxito de ediciones anteriores donde la misa brilló con luz propia al realizarse al sol bajo el pórtico de la iglesia que comenzó a construirse en el siglo XV, se pensó en volver a hacerse en el mismo lugar pero el mal tiempo descartó la idea.
Finalmente se hizo en el interior, oficiada por el cura del pueblo, Pere Miquel López, y animada por cinco cantantes del Cor Pla de Jesús, el único de la isla compuesto únicamente por mujeres, y cinco sonadors de la colla de la localidad, Sa Colla de l’Horta.
Desgraciadamente no se pudo celebrar la tradicional procesión con las imágenes que hay en el interior del templo, ni el desfile de carros engalanados ni el ball pagès que siempre acompaña a cada celebración de día grande en la isla de Ibiza. Algo que, sin embargo, y tal y como aseguró Marilina Boned, «no pudo con el sentimiento de fiesta y pertenencia que está ya tan arraigado entre la mayoría de muchos habitantes del pueblo».
Por la tarde y la noche
Ya por la tarde, y si el tiempo respondía, estaba previsto la celebración a partir de las 19.30 horas de una muestra musical por parte de los profesores de la Banda Municipal de Santa Eulària y una hora después, a las 20.30 horas, la proyección de dos vídeos del Cor des Pla de Jesús y de la Colla de l’Horta.
Finalmente, la jornada se cerraría a las 21.00 horas con el espectáculo de canciones y humor Rebobinando de José Boto y Mauri.
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