El alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, el pasado miércoles en el Consell d’Eivissa. | DANIEL ESPINOSA

Sin estado de alarma no puede limitarse la movilidad». Así la soltó el miércoles el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, el miércoles en el Consell d’Eivissa. Lo dijo en tres ocasiones y, lamentablemente, nadie le sacó de su error, lo que, obviamente, generó desconcierto y desconfianza.

Lo hizo para justificar una decisión incoherente que, no obstante, esperemos que sea acertada. No sabemos si le traicionó que la afirmación que acaba de hacer era la única explicación coherente a la decisión que se estaba comunicando: levantar las restricciones a la movilidad de los vecinos de l’Eixample y dejar libertad de movimientos total a todos los vecinos de Ibiza, a pesar de que las medidas no han funcionado, estamos «viviendo nuestro peor momento» dijo Ruiz, y estaban pidiendo encarecidamente que nos quedemos en casa, «una recomendación muy intensa», en palabras de Margalida Frontera, la responsable del desconfinamiento del Govern.

Todo ello, además, cuando los datos de PCR voluntarios no permiten concluir que exista un alto grado de concienciación de la gravedad de la situación entre la ciudadanía; que hay personas que siendo positivos se saltan el confinamiento, que todavía se ponen multas por no llevar mascarilla y que no hay que dar dos pasos para ver a gente fumando en la vía pública.

Antes, la consellera de Salud, Patricia Gómez, había hecho equilibrios para justificar que no «haya un perímetro delimitado y que se pueda entrar y salir libremente» en base a que Vila es capital y que sin estado de alarma es más difícil de controlar porque la gente no está confinada en sus casas y, por lo tanto, se mueve. Lo pudo explicar mejor, pero ese era el sentido de sus palabras.

El alcalde, en cambio, se lío, nos lío y nos dejó a todos descolocados al asegurar que sin estado de alarma no se puede limitar la movilidad cuando es obvio que sí se puede, Baleares lo ha hecho, en el momento que el alcalde lo decía tenía una barriada con limitaciones a la movilidad, y también lo han hecho y lo siguen haciendo otras comunidades.

¿Cómo? ¿Qué nos han limitado entrar y salir de las zonas rojas de Vila y Sant Antoni durante 15 días sin poder hacerlo porque no hay estado de alarma? fue lo primero que pensaron los vecinos, comerciantes y restauradores del interior del perímetros. Y se pusieron más en pie de guerra todavía, ya que entiendieron menos aún la motivación de las restricciones.

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«Sin estado de alarma no puedes prohibir que alguien salga de Vila», aseguró.
El decreto que está en vigor hasta las 22 horas de hoy es lo que hace para los vecinos de l’Eixample y los de Sant Antoni, salvo para las excepciones contempladas en el mismo: ir al médico; ir a trabajar; ir a clase; cuidar de dependientes; ir al banco y a compañías de seguros; hacer gestiones urgentes ante las administraciones; o por causa mayor o situación de necesidad.

El Govern había comunicado el martes que tenía intención de confinar Vila, aunque finalmente anunció un confinamiento a la carta, es decir, que quien quiera entrar y salir podrá hacerlo libremente, bajo la conciencia de no haber hecho caso a una «recomendación muy intensa» de una administración que pudiendo aplicar restricciones a la movilidad no lo ha hecho.

¿Por qué no ha restringido la libertad de movimientos el Govern en Vila, si la situación es tan dramática?

Ante la insistencia de Periódico de Ibiza y Formentera por aclarar este asunto, desde el Govern desmintieron al alcalde «el juez ha avalado todas las medidas adoptadas en Baleares y en otras CCAA, por tanto sí se puede restringir la movilidad por zonas» e insistieron en que «en Ibiza ahora no se restringe la movilidad porque Salut considera que es suficientes reducir aforos y horarios y recomendar no salir de casa».

Ruiz no quiso ayer explicar si se trató de un lapsus lingue o qué se debió la confusión, aunque matizó sus afirmaciones. «Lo más ágil y efectivo para limitar la movilidad es el estado de alarma. Eso no quita que en situaciomes excepcionales se pueda limitar siempre y cuando lo ratifiquen los juzgados. Hay algún precedente donde jueces se han opuesto en base al derecho constitucional de libre circulación. En Baleares todas las resoluciones han sido ratificadas por los jueces, pero no todas las CCAA pueden decir lo mismo».

Hasta la publicación del BOIB hemos tenido dudas del alcance de la medida. Ahora, tendremos dudas durante 15 días de si funcionará la medida.