La presidenta Francina Armengol, en el Parlament. | Pere Bota

La presidenta del Govern, Francina Armengol, anunció ayer en el marco del debate de política general de la Comunidad que a partir de este sábado aumentarán las restricciones para frenar el coronavirus en toda la isla de Ibiza y en Mallorca. Así, las reuniones sociales en el ámbito público y privado pasan de 10 a seis personas a partir de este sábado. Hasta el momento, únicamente Vila tenía restringidas a seis personas las reuniones sociales ya que en el resto de la isla se podían juntar diez individuos.

La presidenta del Govern avisó de que esta restricción se mantendrá «el tiempo que haga falta para bajar más la curva» y señaló que, si se consiguen frenar los contagios, «se relajarán las medidas, como hicimos en Menorca hace unas semanas y como también haremos en Formentera. Ahora bien, si la curva no baja tendremos que evaluar la aplicación de medidas más restrictivas», advirtió la presidenta del Govern.

Armengol apuntó que, desde marzo, el «pensamiento» del Govern es «el control de la pandemia y la protección de la salud”. «Siempre hemos dicho que nuestra prioridad es la salud de las personas. Lo que mueve a este Govern es la mejora del bienestar de nuestros ciudadanos y sin salud, no hay bienestar posible. Somos conscientes de que sin salud, tampoco habrá economía».

Armengol apuntó que el origen de los contagios que se están produciendo en esta segunda oleada de coronavirus, que empezó en agosto, está en los contactos sociales «y es lo que tenemos que continuar evitando». La presidenta del Govern destacó que la segunda curva de contagios se ha estabilizado, «pero se ha estancado en cifras demasiado altas. Un repunte o una tercera ola no nos pueden coger con cifras tan elevadas de afectación», resaltó.

Actualmente, Baleares está entre las comunidades con menos afectación de coronavirus, pero pese a ello «la situación no es buena» y es preciso mantener las medidas de prevención: «Necesitamos, como el aire que respiramos, seguir bajando la curva».

Tasa de incidencia
En este sentido, el conjunto de las Islas tiene actualmente una incidencia acumulada de 140 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. El objetivo es reducir esta incidencia acumulada a menos de 50 casos y bajar el índice de positividad a menos del 5%. Armengol destacó, además, que esta segunda ola ha ejercido más presión en Atención Primaria y no tanto en hospitales, aunque destacó que, una vez más, las residencias de mayores está siendo lo más golpeado por el coronavirus.

Armengol repasó las medidas que ha llevado a cabo la Comunidad para frenar la expansión del virus desde marzo, como limitar el ocio nocturno, cerrar calles concretas donde se concentraban el ocio nocturno, prohibir fumar en la calle y habilitar hoteles puente en todas las islas, entre otras medidas. En este último punto, la presidenta anunció que se mantendrán los hoteles puente.

También explicó que están «ultimando» un sistema «de niveles de afectación para que todo el mundo tenga claro en qué situación nos encontramos en cada momento y qué medidas se deben seguir en cada escenario. El objetivo es que la ciudadanía entienda qué hay que hacer para reducir la afectación y qué pasará si no lo hace» y reiteró que «sin salud no habrá economía», de ahí la importancia de bajar las tasas de incidencias y la transmisión comunitaria del coronavirus.

La presidenta también destacó que Baleares ha hecho hasta el momento 315.000 PCR, «por encima de la media estatal». También destacó que han comprado 450.000 test de antígenos y han encargado otros 400.000 más. «El objetivo es usarlos en toda la Atención Primaria y ganar tiempo a la hora de cortar la cadena de transmisión del virus».

Baleares no se plantea, «de momento», pedir un toque de queda

El Govern «no se plantea de momento» pedir un toque de queda debido a la situación sanitaria del coronavirus, según informaron ayer fuentes del Govern. En este sentido, destacaron que las medidas han sido «más restrictivas que en otras comunidades autónomas» y «las cifras avalan para seguir haciendo limitaciones controladas que no precisan toque de queda». Salvador Illa se mostró ayer abierto a estudiar la posibilidad de decretar un toque de queda como medida para luchar contra el coronavirus, aunque afirmó que requeriría de la aprobación del estado de alarma.