Una enfermera extrae una muestra en la carpa del Centro de Salud de Vila. | Marcelo Sastre

«En Ibiza hay una aumento más significativo de casos que en el resto de islas». Javier Arranz fue claro ayer. El portavoz del Comité de Enfermedades Infecciosas del Govern no ocultó que la pitiusa mayor es la isla que más preocupa a la Conselleria con un repunte de casos en los últimos días.

Según los datos de Salut, Baleares presenta una incidencia acumulada a 14 días de 151 casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes, con una tasa de 147 en Mallorca, de 95 en Menorca, de 168 en Ibiza y de 8,26 en Formentera. Arranz ha precisado que la tasa de los últimos 7 días se sitúa en Baleares es 81 casos por 100.000, cuando la semana pasada era de 70, lo que indica «una pequeña variación en una semana». En Mallorca es de 77, cuando la semana pasada era de 69; en Menorca de 48, la pasada de 50; y en Ibiza ha aumentado de 72 a 96. Así pues, Ibiza presenta las peores cifras del archipiélago.

Tampoco son buenos los números de tasa de positividad de todas las PCR hechas, donde prácticamente dobla al resto de islas. En Baleares es de 5,5 %, cuando la semana pasada era 4,67 %. En Mallorca se sitúa en el 4,9 % (igual que la semana pasada), en Menorca ha bajado a 3,75 (4,46) y en Ibiza ha subido a 9,2 comparado con el 5,65 % de la semana pasada.

El especialista resumió que esta semana ha habido más casos que la anterior y que el aumento ha sido un poco más importante en Ibiza, pero ha precisado que «comparativamente con otros lugares del país es bastante baja».

Sobre las nuevas medidas de reducción de los participantes en reuniones sociales a seis individuos, Arranz señaló que «el aumento de casos en el resto del país nos debe hacer ir muy alerta». «No hay que esperar a estar más bajos», precisó, explicando que había que tomar decisiones porque quizás la cifra ya no baje más.

Toque de queda

Por otro lado, el Govern descartó, al menos de momento, un toque de queda en el archipiélago. «No nos planteamos esta medida. No vemos la ventaja que podría tener para nuestra comunidad con las cifras que tenemos. Podría ser planteable para restringir la movilidad, pero pensemos que también hemos restringido horarios y el ocio nocturno ya está cerrado. Hombre si el Gobierno central lo impusiera y tiene que ser aplicado en todo el país, pues se aplicará, pero en estos momentos no es una de nuestras acciones prioritarias», aseguró Arranz.

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El doctor sí reconoció que se mantendrá en el tiempo la restricción de fumar en la vía pública y en las terrazas de bares y restaurantes. «Nos lo hemos planteado, pero hemos decidido mantener la restricción. Se ha valorado hasta qué punto esto podría tener cierta influencia o no en los contagios, pero cada vez hay más evidencia del tema de los aerosoles, los interiores... y nos preocupa la llegada del invierno porque la gente se junta más en las terrazas».

Arranz que en esa misma línea reconoció que algunas de las restricciones que hay actualmente se mantendrán durante la Navidad y casi con total seguridad hasta que aparezca una vacuna, no quiso aventurarse sobre la decisión que tomará el Govern sobre las restricciones de Vila. Señaló que querían esperar a los datos de los dos próximos días para ver la incidencia del virus.

Por último, sobre la relajación de medidas en Formentera, explicó que será sobre todo en relación a los aforos.

El Govern teme que la situación de la Península se traslade a las Baleares

«Una de las cosas que desgraciadamente vamos aprendiendo de esta enfermedad es que, en concreto en esta comunidad, la situación que vemos en el territorio nacional antes o después nos acaba afectando». Y ahora, en la Península, se ve un incremento desmesurado de contagios con récords de incidencia. Arranz comparó la situación actual con el verano:«Tras la desescalada empezaron a haber casos en Catalunya y Aragón y al cabo de poco tiempo empezó el aumento aquí, por aquellos que volvían de esos territorios y porque el virus seguía circulando aquí». Ante la perspectiva de que vuelva a suceder algo similar, el doctor Arranz insistió en la misma idea que lanzó el martes la presidenta Armengol en el debate de la comunidad: más vale prevenir como han hecho diferentes regiones europeas, que curar como le ha tocado a ciertas comunidades autónomas. Y es que ahora Balears tiene unos niveles «más bajos de contagios pero ni mucho menos la situación están controlada», dijo.

26 nuevos casos en las Pitiusas

Las Pitiusas registraron en la última jornada 26 nuevos casos positivos de COVID-19, de los que 21 fueron detectados por PCR y 5 mediante otras técnicas diagnósticas. Asimismo, se han dado 21 nuevas altas que incrementan las curaciones hasta las 2.238, el 82,3% del total acumulado desde el inicio de la pandemia, según los datos facilitados ayer por el Área de Salud de Ibiza y Formentera. Los casos activos aumentaron ligeramente en cinco respecto a la jornada del martes y se colocan en los 469, mientras que tres de las altas corresponden a personas ingresadas, que de esta forma bajan a 36 pacientes, tres de ellos en UCI. En seguimiento domiciliario por parte de los equipos de Atención Primaria permanecen 433 personas, 431 en Ibiza y 2 en Formentera. Por último, suben los profesionales en vigilancia activa, de 29 a 34, pero se reducen de 8 a 7 los casos positivos entre el personal del Área de Salud.