El pasillo central del cementerio de Sant Antoni lucía así ayer por la mañana. | Marcelo Sastre

Nada es normal en estos tiempos que corren. La llamada nueva normalidad nunca llegó a existir y este día de Tots Sants no fue una excepción. Los cementerios lucieron como nunca, limpios, con todas las flores cambiadas, pero faltaban las personas. La imagen era de camposantos vacíos, apenas tres o cuatro personas en el interior para recordar a sus difuntos. Fue así en Sant Antoni, en Santa Eulària, Sant Josep y Sant Joan.

En Sant Antoni, el sepulturero Vicente Riera se afanaba para mantener limpia la entrada y dar las indicaciones a los familiares que se acercaban al camposanto: un lugar para entrar y otro para salir. Gel hidroalcohólico en la entrada y guantes para aquellos que los quisieran. «La noticia aquí es que es Tots Sans y el cementerio está vacío», resumía Riera.
Este trabajador recordó que los familiares, conocedores de la situación actual, llevaban acudiendo al cementerio para dejarlo todo preparado durante las dos últimas semanas. «Hoy la mayoría está viniendo a cambiar el agua a las flores», explicó.

Entre las personas que se dejaron ver ayer por el cementerio portmanyí estaba Celso Pérez. «Venimos todos los domingos y aunque no es lo habitual que en Tots Sant haya tampoco gente, ya contábamos con ello. El viernes ya estuvimos aquí para poner las flores y hoy pues visita de domingo», señaló Pérez.

También hizo una visita rápida Diego, que acudió acompañando a su madre. «El viernes vino mi hermano y hoy nos tocó a nosotros. Así nos repartimos», explicó.
Concienciación con la situación actual que se podía palpar en el ambiente. Dentro de estos tiempos que corren, Sant Antoni ha decidido que hoy no se celebre la tradicional misa que tenía lugar el día 2 en el cementerio.

Santa Eulària
El cementerio de Puig de Missa lucía parecido, e incluso por momentos llegó a estar completamente vacío durante la mañana de ayer, con la excepción de Ilbo Luis Román, encargado de la seguridad.

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Román confesó, que al igual que en el resto de los cementerios ibicencos, a lo largo de la semana hubo mucho movimiento de familias para arreglar los nichos. «Ayer –sábado para el lector– vino más gente», aseguró.

Así se manifestó Francisca, una de las personas que aprovechó la mañana para subir a la cima de la Villa del Río: «La gente ha venido con antelación, pero ha venido. Solo hay que fijarse en que los cementerios están igual de arreglados que otros años, o incluso más».
También Rebeca Otero se acercó al Puig de Missa para recordar a sus familiares. «Se veía venir que iba a ser un día de poca afluencia, el cura lleva días avisando de que era mejor ir viniendo poco a poco y la gente lo ha respetado. Seguro que mañana –por hoy– también vendrá más gente», señaló.

Sant Josep
El camposanto de Sant Josep también lucía brillante para la festividad. Al igual que el resto la mañana fue un goteo de personas constante, pero sin aglomeraciones. Adrián, encargado de la seguridad del cementerio josepí, señaló que hasta las 12.45 había contabilizado 138 visitantes y que en ningún momento se había pasado de las 15 personas en el interior. «La gente está siendo muy consciente de las restricciones y de la situación sanitaria que estamos atrevesando, no ha habido ningún problema», aseguró.

En el interior, María Marí destacaba lo bien que se había organizado todo para que todo le mundo pudiera recordar a los suyos en una fecha tan señalada. «Todo está perfecto, lo han dejado muy limpio y está todo muy bien decorado con sus flores», destacó.

Sant Josep sí que celebrará esta mañana una misa en el camposanto que dará comienzo a las 11.00 horas.