El doctor Ricarte pronunció ayer la lección inaugural del curso académico en la sede de la UNED en Ibiza. | Marcelo Sastre

José Ignacio Ricarte (Zaragoza, 1972) lleva en el frente de la lucha contra la pandemia desde el primer día. Forma parte del equipo de profesionales sanitarios voluntarios que atiende a los pacientes de covid en Ca Na Majora, la unidad de media estancia del hospital Can Misses, ubicado en el edificio del antiguo hospital.

Doctor en Medicina, ejerce desde hace más de 20 años en las islas. La crisis le ha ayudado a valorar más que nunca la importancia del trabajo en equipo y el trato humano que deben recibir los pacientes en una situación extrema como la actual. Es una autoridad médica y ahora también académica. Ayer por la tarde pronunció la lección inaugural del curso 2020-2021 de la UNED-Illes Balears, celebrado en Ibiza, un acto en el que también se entregaron los diplomas a los nuevos titulados. El título de su conferencia, Lecciones que no me enseñaron en la escuela. Optimismo en tiempos del covid.

—¿Qué es lo que no nos enseñaron en la escuela?
—Es difícil resumirlo, pero he explicado que, como médico, nos han enseñado mucho sobre las enfermedades, pero no tanto sobre los enfermos, y ahora nos hemos tenido que enfrentar a una situación muy personal de cada paciente, a situaciones individuales y con todas las características que cada uno tenía, con todas las familias que no podían estar con ellos. Creo que esto nos ha hecho redescubrir en cierto sentido la importancia del componente humano, como por ejemplo cuando utilizábamos las videollamadas, que nos hicieron ver que no estamos solamente ante una cama, una habitación o una enfermedad, sino que se trata de una persona, y cada una con su familia.

Noticias relacionadas

—¿Cómo es el mensaje de optimismo que ha transmitido a los alumnos universitarios?
—Me he centrado en la parte más positiva que puede aportar esta situación y también en la importancia del trabajo en equipo, porque siempre nos han hecho estudiar solos o trabajar solos, y sin embargo ahora con la pandemia hemos tenido que reencontrarnos con un equipo, y entonces te das cuenta de que no eres el único médico solo y que necesitas a todo un equipo de personal de enfermería, auxiliares, personal de limpieza, de cocinas, y hace falta una coordinación y ves que necesitas a los demás. Esto es lo que me gustaría aportar a los estudiantes que terminan ahora y a los que empiezan. Les he dicho que sea cual sea la carrera que estudien, el componente humano de la persona que tienes delante es muy importante, y que no olviden que el trabajo en equipo siempre te puede aportar muchísimo y que todos juntos podemos avanzar muchísimo más. Es muy importante el buen ambiente en el trabajo, que te lo puedas pasar bien trabajando, y no por eso se rinde menos, sino todo lo contrario,. Y ahora necesitamos ese buen ambiente más que nunca, por dura que sea la situación.

—O sea que vienen meses duros...
—Por lo que estamos viendo ahora, creo que esta segunda ola es más dura que la de principios de marzo, y nos está costando más esfuerzo a todos porque pensábamos que ya estaba superado, pero ahora nos está golpeando con dureza.

—Pero tenemos que pensar en positivo, ¿verdad?
—Más que nunca tenemos que ser positivos y tener esperanza. Aunque no lo sepas, la esperanza consiste en saber que tienes la certeza de que lo que estás haciendo merece la pena y tienes que seguir luchando.

—¿Cómo se puede ser optimista con la que está cayendo?
—Con la esperanza de saber que esto tendrá un final y que merece la pena lo que estamos haciendo, el trabajo y el esfuerzo que hacemos incluso en los momentos más difíciles. Estamos trabajando con la muerte, pero merece la pena trabajar por las familias, para que puedan superar este trauma y porque, aunque sea con detalles pequeños, podemos aportar mucho a los pacientes, a las familias y a los compañeros. Tenga la certeza de que esto se va acabar.