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Cala Vedella. Uno de los mayores nidos de irregularidades urbanísticas de la isla. Con tantas manos encima como casas pueblan sus laderas. Un desastre desde casi cualquier punto de vista: legal, medioambiental, urbanístico… Un desbarajuste que ninguno de los ejecutivos que se han sucedido ha sabido reconducir y, por tanto, fuente de continuos quebraderos de cabeza para el gobierno actual dirigido por Josep Marí ‘Agustinet’.

El último asunto que tiene en danza el Ayuntamiento de Sant Josep es el convenio con la empresa Bastiodon S.L. sobre una parcela en Port d’es Nebot. La licencia 363/2005 permitía hacer 61 viviendas en este rincón de la costa de Cala Vedella. El convenio, actualmente en fase de estudio de alegaciones, implicará que se hagan 12 viviendas de lujo. El Ayuntamiento de Sant Josep defiende el interés público de esta reducción de la edificabilidad, pero algunas de las alegaciones planteadas al convenio consideran que se pudo evitar cualquier tipo de construcción mediante la hipotética caducidad de la licencia.

Un asunto más, dentro de una urbanización que en sí misma presenta todo tipo de irregularidades.

En el año 1973 se aprobó el Plan Parcial de Cala Vedella. Desde entonces, ni su agente urbanizador, UMSA Urbanizadora del Mediterráneo S.A; ni el Ayuntamiento de Sant Josep, han desarrollado los instrumentos urbanísticos para proceder a su legalización. Mientras tanto, se suceden los problemas.

Terrazas de Cala Vedella
En la calle Calvià de cala Vedella, llena de casas y adosados en urbanizaciones con piscina, todavía queda un solar por urbanizar. Es propiedad de la mercantil Balconies Tarida Resort SL, constituida en octubre de 2019. En la puerta de la valla de chapa que lo rodea hay un cartel que anuncia lo que allí está proyectado: 12 apartamentos de lujo de 2 o 3 habitaciones con dos aparcamientos y piscina por vivienda. Todo en inglés. Precio desde 800.000 euros.

El arquitecto Javier Gea, muy implicado en la persecución de las irregularidades de Cala Vedella, ha solicitado al Ayuntamiento la declaración de caducidad del proyecto, dada la inactividad en la zona. En el vallado aparece información para adquirir las casas proyectadas, pero no hay ni tan siquiera anuncio de obra.

Además de plantear esta posible caducidad de la licencia, Gea indica que las 12 piscinas que incluiría la urbanización, según muestra el anuncio, no se pueden hacer porque el proyecto técnico de la licencia no las contempla. Según el interesado «no consta ningún proyecto modificado» con la misma licencia de obra, por lo que esto podría «derivar en presuntas estafas en perjuicio de posibles clientes».

En la página web en la que se anuncian las viviendas aparecen dos dúplex ya reservados. Su precio es de 1.250.000 euros. También se ofrecen apartamentos por 800.000 euros y áticos desde 850.000 euros, repartidos en tres bloques. Una galería de fotos presenta las simulaciones digitales de los apartamentos y las vistas que tendrá el propietario.
Todo ello con una licencia de 2008 todavía sin ejecutar.

Vadella 24
Todavía paralizadas se encuentran las obras de la promoción Vadella 24. Un complejo de viviendas con piscina que se comenzó a construir en la desembocadura del torrente de Cala Vedella. El Ayuntamiento de Sant Josep ordenó en octubre de 2019 su paralización y posteriormente inició expediente de disciplina urbanística por iniciar las obras sin licencia municipal ni el informe de Recursos Hídricos pertinente.

Posteriormente, el Ministerio Fiscal presentó denuncia ante los juzgados por las irregularidades del proyecto que implicaban un presunto delito contra la ordenación del territorio y del medio ambiente.

Los hechos fueron denunciados por Gea. Se habían desmontado y recortado los taludes y lindes del torrente. En la denuncia se advertía el riesgo de desplome de las viviendas del Club Aquarium de Cala Vadella, ubicados en la cota superior.

Vadella 64
La conflictiva promoción de estudios y locales-taller que se comercializan como viviendas de lujo recibió este año el final de obra por parte del Ayuntamiento de Sant Josep.
La parcela sobre la que se construyó tiene un uso comercial, no residencial, aunque la promotora oferta los locales como viviendas. Su situación ha suscitado diversas denuncias, pero, a pesar de las irregularidades, el proyecto salió adelante.

Depuradora
En el mismo torrente y, por tanto, también en zona de dominio público hidráulico, se encuentra la depuradora de cala Vedella. Una instalación obsoleta e insuficiente para la zona que pertenece a la empresa urbanizadora, UMSA.

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En 2019 se iniciaron unos trabajos de ampliación que el Ayuntamiento detuvo, debido a que se habían excedido los trabajos permitidos por la declaración responsable presentada. El desmonte de taludes que se había iniciado requería de autorizaciones medioambientales y de Recursos Hídricos, además de una licencia de obra mayor.

En noviembre de este año se pusieron estos hechos en conocimiento de la Fiscalía por parte del mismo particular que dio cuenta de los casos anteriores. Según él, UMSA podría haber incurrido también en los mismo delitos que la promotora de Vadella 24.

El Ayuntamiento tuvo la intención en 2019 de iniciar el proceso de recepción de la depuradora, que de momento imposibilitarían las irregularidades que presenta la instalación. Su situación, en pleno torrente de Cala Vedella, hace que su misma existencia en ese lugar sea una irregularidad que la Dirección General de Recursos Hídricos ha hecho notar.

Avances y estancamientos
En el fondo de todo este desbarajuste estaría el carácter privado de la urbanización Cala Vedella, tras 50 años desde que se iniciaron las obras.

El Ayuntamiento sigue sin recepcionar los servicios de la zona, aunque paga un canon por el uso de la depuradora y ejecuta de forma subsidiaria asfaltados cuyo coste debe reclamar.

Las soluciones a todos estos temas son complejas y en todo caso pasarían por poner en algún momento en orden la situación urbanística de la zona.

El Ayuntamiento trabaja con el Consell d’Eivissa en la elaboración de unas normas transitorias para sustituir a las Normas Subsidiarias de 1986, que son las que siguen rigiendo el urbanismo del municipio, hasta que exista un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) definitivo. Todavía se está en conversaciones para ultimar las normas provisionales que permitirían suspender la concesión de licencias, según manifestaron fuentes municipales.


El Consistorio sacó a licitación en octubre la redacción del PGOU por 1,3 millones de euros. En noviembre se nombraron tanto la mesa de contratación como un Comité de Expertos para que valorase los criterios de los pliegos de cláusulas administrativas particulares.
En cuanto al convenio de Port d’es Nebot sobre las 12 viviendas de lujo, los servicios externos contratados para el estudio y resolución de las alegaciones planteadas trabajan en la redacción. Se presentaron nueve escritos de alegaciones por parte de siete personas físicas y dos jurídicas.


La caducidad de licencias, tanto la de la urbanización de Port d’es Nebot como la hipotética del solar en calle Calvià no serían viables, según el criterio del Departamento de Urbanismo de Sant Josep, basado en la jurisprudencia.


El Tribunal Supremo ha reiterado en varias sentencias que no opera de forma automática la caducidad, si existe alguna causa de fuerza mayor u otra circunstancia imprevista que siempre encuentran justificación de las promotoras. Ello no obsta, que también haga notar que «la caducidad es una posibilidad ineludible que pertenece a la esencia de la licencia urbanística como institución al servicio de la eficacia del planeamiento» (STSJIB 197/2013).


Respecto a la depuradora de Cala Vedella, el Consistorio ya estudia un plan B del que informó Periódico de Ibiza y Formentera. La idea, en la que trabaja con Abaqua, supondría conectar la red de saneamiento de Cala Vedella con la depuradora de Cala Tarida, que actualmente está infrautilizada.


Faltaría ver si es viable usar la depuradora de Cala Vedella como estación de bombeo, como se pretende, dada su situación irregular.


En cualquier caso quedarán años para esto, y los vecinos de Cala Vedella tendrán que aguantar con una depuradora obsoleta que Sant Josep no puede recepcionar.